Iván H. P., el Ivi, uno de los delincuentes más conocidos y peligrosos de Sevilla, ha vuelto a ser detenido por la Policía Nacional. Esta vez se le relaciona con el robo a unos joyeros, a quienes tirotearon con el coche en marcha por la SE-30 para sustraerles un muestrario de joyas, valoradas en más de 150.000 euros. Se le imputan los delitos de tentativa de homicidio, tenencia ilícita de armas, robo con violencia, lesiones, contra la salud pública y contra la seguridad del tráfico. Está en prisión provisional, ya que además de la gravedad de estos hechos, sobre él pesaban hasta cinco reclamaciones judiciales en vigor.

El Ivi, de 32 años, actuó en esta ocasión con un cómplice que permanece en paradero desconocido. Entre los dos, se apoderaron de un muestrario de joyas que llevaban las víctimas en un vehículo. Los delincuentes protagonizaron una espectacular persecución por la autovía de circunvalación SE-30, a toda velocidad y abriendo fuego con una escopeta. El coche de los joyeros sufrió numerosos impactos de perdigones en la parte trasera.

De esta forma, lograron que el conductor del vehículo perdiera el control del mismo y, cuando intentaba dejar la SE-30 para incorporarse a otra vía, se saliera de la vía y volcara. El Ivi y su socio se acercaron al vehículo, robaron las joyas y dejaron malheridos a los joyeros, según informó este jueves la Policía Nacional en una nota de prensa.

Los hechos tuvieron lugar durante la madrugada del 8 de diciembre. La Policía tuvo conocimiento de un accidente de tráfico en la SE-30. Al llegar, los agentes comprobaron que el turismo siniestrado presentaba impactos de escopeta por toda la parte trasera. Tras ser evacuado uno de los heridos por los servicios sanitarios, ambas personas fueron citadas para ser oídas en declaración, ya que decían que les habían robado las joyas tras disparar su coche.

El vehículo tiroteado de los joyeros.

De la investigación, que llevó el nombre de Operación Goldfinder, se hizo cargo el Grupo de Atracos de Sevilla. Tras las primeras diligencias, los investigadores averiguaron que las víctimas viajaban desde Córdoba para vender joyas. En un momento del trayecto, se percataron de que eran seguidos por un turismo a gran velocidad. Acto seguido, escucharon fuertes impactos procedentes de la parte trasera del vehículo, hasta que el conductor perdió el control del coche y dio varias vueltas de campana.

En ese instante, aparecieron dos personas que se apearon del coche perseguidor. Uno de ellos portaba una escopeta con una linterna acoplada, se dirigió al conductor y le agarró por el cuello exigiéndole la entrega de las joyas de oro que llevaban. La mercancía sustraída tiene un valor aproximado de 151.000 euros. Después, se dieron a la fuga.

Tras múltiples gestiones, los investigadores identificaron a los presuntos autores del atraco. Uno de ellos era el Ivi, un delincuente conocido desde que era un niño y robaba coches en el Polígono Norte, y sobre el que pesaban actualmente cinco requisitorias. De hecho, en noviembre había sido condenado a nueve años de prisión por su participación en un intento de asesinato a un joven con el que él y su banda tuvieron una pelea en una discoteca, y quedó paralítico. Y en otoño tiene previsto otro juicio por liderar una de las bandas del BMW, que cometió decenas de alunizajes.

Por ello, el delincuente tomaba muchas precauciones en sus desplazamientos y vivía oculto en una finca de Carmona, en la que disponía de cámaras de videovigilancia y perros de presa, que le permitían anticiparse a cualquier persona que apareciera por las inmediaciones. También iba siempre armado con una pistola, como se pudo acreditar en un vídeo de una gasolinera que lo muestra sacando el arma al detectar un movimiento sospechoso de otro vehículo.

El Ivi, con peluca, detenido por la Policía Nacional.

Así, la Policía diseñó un plan de asalto al chalé del Ivi, que se ejecutó el 6 de abril. En él participaron los GOES (Grupo Operativo Especial de Seguridad), con la finalidad de detenerlo y que no pudiera disparar contra los agentes ni huir de los mismos. Cuando fue detenido, tenía cerca una pistola municionada y lista para hacer fuego. Llevaba una peluca para tratar de hacerse pasar por otra persona.

En el registro se intervino esta pistola, una escopeta, un cargador, munición de diferentes calibres, un chalecto antibalas, una máscara antigás, un juego de prioritarios de luces de Policía, nueve sprays de defensa personal, hachís, tres equipos de transmisiones, seis relojes, dinero en efectivo y una cadena de oro sustraída al joyero.

Dos días después, el Ivi fue puesto a disposición del juzgado, que decretó su inmediato ingreso en prisión provisional. La Policía sigue buscando al segundo de los atracadores, que permanece en paradero desconocido.