Sevilla

César Pelli defiende la "sevillanía" del proyecto y su utilidad para el esparcimiento ciudadano

  • El edificio contará en sus últimas plantas con un gran mirador gratuito y un restaurante

César Pelli, arquitecto de la Torre Cajasol, centró su intervención de ayer en defender dos aspectos del proyecto: su condición de edificio singular pensado por y para Sevilla y su utilidad para el esparcimiento ciudadano.

Para Pelli, el recubrimiento cerámico con el que dotará a la torre servirá tanto para su aislamiento térmico en los duros días del verano como para darle una estética que entronque directamente con la arquitectura de la ciudad. Este recubrimiento se compone de un ladrillo moderno (color ladrillo) cocido a una gran temperatura y de gran dureza (hizo la prueba chocando el micrófono contra una pieza de muestra). Además de los ladrillos, un doble vidrio y unas celosías ayudarán a mitigar el calor y a lograr un ahorro del 20% en el gasto de aire acondicionado. "Posiblemente es el edificio más ecológicamente sustentable de Sevilla", dijo el arquitecto.

Por otra parte, la torre se ha diseñado de tal manera que muestra su perfil más esbelto a las vistas desde la Giralda, mientras que el más rotundo se orienta hacia la plaza y los edificios podio del proyecto.

Respecto al entorno de la torre, la calle comercial que transcurrirá entre los dos edificios podio será angosta, como las del centro de la ciudad, y en verano se cubrirá con las tradicionales velas de las calles comerciales.

Respecto a su utilidad pública, César Pelli fue entusiasta. Tras una amplia introducción de su obra en la que demostró que siempre ha intentado que sus edificios tengan amplios espacios dedicados al libre esparcimiento de los ciudadanos, el arquitecto de origen argentino pasó a numerar los espacios de mayor interés general para todos los sevillanos.

El primero es el mirador gratuito que se instalará en la última planta de la torre, que además tendrá en su interior un jardín compuestos por ficus, jacarandas y robles. En la penúltima planta habrá, asimismo, un restaurante que nadie duda tendrá unas vistas envidiables.

También de interés son los jardines que cubrirán los techos de los dos edificios podio, con senderos zigzagueantes. "Será como subir una colina; algo único en una ciudad plana como Sevilla", dijo Pelli, quien también resaltó la utilidad como aislante térmico de estos jardines. Tampoco hay que olvidar las plazas públicas y zona comercial de la Torre Cajasol, que convertirán a la isla de la Cartuja en un nuevo espacio de ocio y esparcimiento en Sevilla.

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