Día mundial contra el cáncer

Cincuenta sevillanas con cáncer de mama reducen a la mitad su tiempo de tratamiento

Comisión multidisciplinar de cáncer de mama del Hospital Virgen Macarena.

Comisión multidisciplinar de cáncer de mama del Hospital Virgen Macarena. / José Ángel García

Cincuenta mujeres con cáncer de mama han comprobado ya los beneficios del nuevo proceder del equipo del doctor Carlos Miguez, jefe de sección de Oncología Radioterápica del Hospital Virgen Macarena. Desde el pasado otoño, se estudian los efectos que provoca la irradiación parcial acelerada de la mama, aplicando "una serie de matices" a su uso habitual, y también se coteja cómo mejorar la coordinación de los expertos implicados en estos tratamientos con el objetivo de hacerlos más rápidos y efectivos. Los resultados que están arrojando mantienen "muy ilusionado" al oncólogo.

"Clásicamente, las terapias contra el tumor mamario trataban el órgano entero; además, existía un riesgo de que, al tiempo de realizar una cirugía consoladora, la enfermedad se reprodujera en las áreas cercanas al lugar donde se originó", explica Miguez.

Investigaciones internacionales, avaladas por la prestigiosa publicación Radiotherapy and Oncology, conocida como revista verde, han demostrado que, en comparación con otras alternativas terapéuticas, el tratamiento más oportuno, en pacientes con características clínicas concretas, "es irradiar únicamente el área donde está el tumor, en lugar de tratar la mama entera, en diez sesiones distribuidas en cinco días, mañana y tarde".

La novedad que está implantando el equipo del doctor Miguez consiste en "irradiar sólo la zona afectada con un margen adecuado de seguridad, pero reduciendo a la mitad el número de sesiones". Así, las pacientes son tratadas una vez al día durante cinco días, generalmente de lunes a viernes, y acaban la radioterapia "sin ningún efecto secundario".

Este nuevo abordaje, además de suponer que estas mujeres reciban "el mismo tratamiento en la mitad de tiempo", implica una coordinación de todos los espacialistas participantes, de manera que "en una sola semana, en lugar de mes y medio o dos meses, la mujer aquejada de cáncer de mama conozca la secuenciación de su tratamiento, sin tener que saltar de consulta en consulta". "Un proceso que las deja agotadas mentalmente", apunta la doctora Eloísa Bayo, jefa de Servicio de Oncología Radioterápica, que añade que "la reducción del número de sesiones permite dedicarle más tiempo a cada paciente, que es algo que necesitan".

Las reuniones previas de los profesionales de Oncología Radioterápica y de Oncología Médica para estudiar cada caso conjuntamente permiten "transmitir el mismo mensaje, proporcionándoles seguridad y tranquilidad".

Las pacientes derivadas al servicio del doctor Miguez, normalmente, "no requieren quimioterapia, porque suelen tener muy buen pronóstico". Por organización histórica, primero se someten a la cirugía y, mientras esperan a saber si necesitan quimio o no, visitan al oncólogo, que les receta la hormonoterapia, y es después cuando reciben la radioterapia". Ahora, una vez que el cirujano opera y ve que el caso es compatible con nuestra terapia, "nos las manda a radioterapia y nosotros, que ya estamos coordinados con los profesionales de Oncología Médica, la vemos el mismo día, sin derivaciones, y sobre la marcha iniciamos la radioterapia, incluso adelantándola a la quimio". Así, "si no requiere de quimioterapia, sus visitas al hospital acabarían una vez concluido su paso por nuestra unidad".

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