Después de más de cuatro años de estudios y 1,9 millones de euros de inversión, el Puerto de Sevilla ha convocado hoy unas jornadas científicas para presentar las conclusiones de los segundos estudios para mejorar el conocimiento del estuario del Guadalquivir, en los que han participado más de 40 investigadores de las universidades andaluzas de Sevilla, Huelva, Cádiz y Málaga, así como del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
La coordinación de estos equipos ha partido de la Universidad de Sevilla, concretamente del catedrático de Biología Marina y director del departamento de Zoología de la Facultad de Biología, José Carlos García-Gómez.
El presidente del Puerto Manuel Gracia ha anunciado que estos estudios no son definitivos porque quedan otros tres años más de investigaciones, que constituirán el tercer estudio, tras los cuales los expertos estiman que podrán ofrecer recomendaciones a las administraciones con medidas para poner fin al mal estado del estuario. "Estamos hoy más cerca de proponer mejoras ambientales del estuario", ha recalcado Gracia. El catedrático García-Gómez añadió que esos terceros estudios permitirán conocer el origen de la extremada turbidez de las aguas del estuario, de los más turbios del mundo, y proponer medidas adecuadas para mitigarla.
¿Dónde está la autoridad del agua?
Llama la atención que el Puerto esté financiando en solitario estas investigaciones, mientras la autoridad estatal que debe velar por el estado de estas aguas, que es la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), siga ausente y ajena a este proceso de recuperación del estuario que reclamaron en 2010 los científicos. El consejero de Medio Ambiente de la Junta, José Fiscal, ha señalado por su parte que el objetivo común del Puerto, de la Junta y de las universidades es mejorar el estuario y su desarrollo sostenible, así como su gestión, vigilancia y conservación.
El acuario de Sevilla va a traducir estas investigaciones a un lenguaje comprensivo para los usuarios del acuario, según ha anunciado su director Juan Antonio Romero, presente ayer en las jornadas científicas.
El primer estudio de 2010
Los primeros estudios, que concluyeron en 2010 y costaron más de dos millones de euros, dejaron claro que las aguas en más de dos tercios del estuario no presentan un buen estado ecológico la mayor parte del año, por falta de oxígeno y alta concentración de CO2, lo que obligaba a las administraciones a tomar medidas para la recuperación del estuario. Fueron coordinados por el catedrático de la Universidad de Granada Miguel Losada y su colega Javier Ruiz, del Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía-CSIC.
El proyecto del dragado de profundización, que tanta polémica generó y que motivó el inicio de las primeras investigaciones, sigue paralizado por imperativo de Europa y no hay visos de que se reactive con nuevos estudios de impacto ambiental hasta que se recupere el estuario. Así lo recalcaron ayer los expertos presentes en la jornada.
Detalles del segundo estudio
Las conclusiones más destacadas de las segundas investigaciones, coordinadas por el catedrático García-Gómez, se colgarán en los próximos días en la web del Puerto de Sevilla (www.apsevilla.com). El equipo del CSIC ha concluido que en los dragados de mantenimiento que se hacen anualmente "no se han apreciado afecciones significativas desde el punto de vista biológico y sedimentológico" y que los recintos (vaciaderos terrestres) donde se lleva el material de los dragados de mantenimiento concentran una biodiversidad más elevada que la existente en el entorno del estuario.
En estos vaciaderos se han registrado más de 70 especies y 19.000 individuos, y constituyen zonas de crías para 12 especies de aves, por lo que el CSIC propone "una gestión ambientalmente sostenible de estos recintos como medida clave para la conservación de las aves que hacen uso de ellos", y para atraer especies.
El CSIC reclama también que se reintroduzcan especies autóctonas de vegetación para evitar la erosión de las márgenes del río más degradadas.
Otro punto destacado de las investigaciones es que el equipo de la Universidad de Sevilla ha diseñado un nuevo índice biótico (Benfes), "que permite obtener resultados con más celeridad", para determinar el estado ecológico de los fondos del estuario, con vistas a prestar apoyo y colaboración a la Consejería de Medio Ambiente de la Junta y a la Confederación Hidrográfica en la aplicación de la Directiva Marco de Agua, que obliga a las administraciones a tener las aguas en un buenas condiciones ambientales.
El equipo de la Universidad de Málaqa ha concluido que el conocimiento más preciso de la onda de marea permite optimizar la navegación en el estuario, predice los movimientos del tapón salino y las implicaciones en la renovación del agua y en los movimientos del plancton. Parte de esta investigación la ha aplicado ya el Puerto de Sevilla aumentando 20 centímetros el calado máximo de entrada al canal de navegación, lo que permite el acceso de buques con algo más de carga.
El equipo de la Universidad de Huelva ha ampliado los conocimientos sobre los sedimentos del estuario. Y el equipo de las Universidades de Cádiz y Sevilla han concluido que la densidad del boquerón en estas aguas es hasta diez veces superior a la observada en aguas estuarias del Guadiana.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios