Crisis con fiestas en la ciudad alegre y confiada

La crisis ha convertido en sinónimos los problemas municipales y globales Vecinos reflexionan sobre el estado de la capital a pocas horas de que acabe el año

José Manuel Rodríguez, ingeniero técnico agrícola en paro, ayer en el tren de la Alameda con María del Mar, su mujer, y María, su hija.
Francisco Correal Sevilla

31 de diciembre 2012 - 05:03

Último domingo de 2012. Salida de misa de doce en Ómnium Sanctórum. Unos turistas de Milán le hacen fotos a esta iglesia con subtítulos en latín. José Manuel Ruiz (Sevilla, 1954) ayuda a salir de la iglesia a Antonio, su suegro, de 89 años, que fue barbero en Relator.

"Lo único que se abren ahora son bares". José Manuel trabaja desde hace más de treinta años en un almacén de rieles y barras para cortinas en la calle Santa Clara, en la misma casa donde un día de septiembre de 1920 nació el poeta Rafael Montesinos. "El día de la placa lo vi". "De salud, bien". Recurre al eufemismo para hacer el balance de 2012. "Vivimos de lo que le vendemos a las tiendas, antes le vendíamos a El Corte Inglés".

El actor Idilio Cardoso se toma una cervecita con unos amigos en el Habanilla. Nació en 1934, el año de la revolución de Asturias. "Lo peor de esta crisis es que está siendo muy dolorosa con los que dan el callo, con los que nacieron con el sufrimiento. Para los otros, la crisis es una fortuna, les dan ventajas por el dinero en los paraísos fiscales". Pese a la crisis, trabajó en la serie Paquirri, en la película La soledad del triunfo y algunas cosas más. "Hay compañeros que no tienen nada. Si esto pasa en nuestra profesión, figúrate en las demás".

Julio Fraga nació en Huelva en 1966. Del año saliente dice que "ha sido una puñalada trapera, yo creo que estamos arrastrando el No a la guerra primero con Aznar y ahora con Rajoy. Después de 25 años de trabajo y 50 espectáculos dirigidos, en 2012 sólo he facturado un trabajo por dos mil euros".

La llamada corrala La Ilusión, en Lumbreras, es un falansterio de oficios. En una de las puertas, las Páginas Amarillas: Pintura, Fontanería, Limpieza General, Cuidado de Niños, Servicio Doméstico, Cocina, Hacer recados, Acompañantes, Limpieza de cristales, Reparación ordenadores...

Una joven devuelve en El Gusanito Lector un libro de Paul Auster y lo cambia por uno de Manuel Rivas. La librera sabe de una vecina de la calle Antonio Susillo que se fue a trabajar a Hong Kong y de uno de Arrayán que se va a Shanghai. Dice la radio que 2012 ha sido un gran año... para las motos.

"Fabulosamente jodido". Es el resumen de 2012 de Rafael Debén, coruñés, histórico de la prensa gráfica en Sevilla. Alejandro (Sevilla, 1971) está con dos carritos. Son de dos niños, su hijo Fernando, cuatro años, y Esteban, hijo de un amigo, que hacen la ronda de los dromedarios en la Alameda. "El futuro lo veo con optimismo". Alejandro trabaja en la banca, sector que cree que no hay que demonizar. "La culpa es de los bancos, de los políticos, de la gente". Diez años después, no sabe si volvería a irse a Cuba de luna de miel.

La Alameda es una fiesta. ¿Un espejismo? "La alegría es por este personaje". José Manuel Rodríguez (Almendralejo, 1974) señala a María, su hija de tres años, que viaja con él y con la madre, María del Mar Chamorro, granadina. Al oír la palabra crisis, responde con otra pregunta. "¿Cuál? ¿La económica, la política, la mundial?" Vienen de Dos Hermanas y cogen el tren que va a la Encarnación. "Dicen que aquí te cosen a multas, y no hay dónde aparcar". José Manuel, ingeniero técnico agrícola en paro, hace una coalición Torrijos-Zoido. "De la ciudad me gustan el carril-bici y el ambiente navideño de la Alameda". Recién nacido viajó a la Costa Brava, donde su padre trabajó en la construcción.

En este día de invierno confraternizan en una mesa del bar Aguilar un artesano de la primavera, el imaginero José Antonio Bravo, y un artista del verano, Miguel Romero, diseñador y montador de toldos. "Dejé de hacerlos porque me dio un infarto". Bravo no se puede quejar. "Estoy haciendo misterios napolitanos y muchos niños jesús. De mi taller salen más niños que de García Morato". El último, uno vestido de romano del Santo Entierro. "Es un regalo de Reyes de una chica a su novio".

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