Nevado alega que apercibió al agente por no cumplir con su deber

El superintendente de la Policía Local de Sevilla Gabriel Nevado ha pedido a la juez que archive la denuncia por supuesto acoso laboral que le presentó un subordinado suyo, que fue trasladado forzosamente del Ayuntamiento a la sede de la Jefatura en La Ranilla, al estimar que lo único que hizo fue reprocharle verbalmente al agente que estuviese "estudiando temas particulares" en un centro de trabajo cuando su obligación era vigilar y controlar la seguridad de un edificio público en una situación de "nivel IV de alerta antiterrorista". El abogado Javier Gimeno Puche, que defiende a Gabriel Nevado, ha solicitado a la juez de Instrucción número 17 de Sevilla -que la semana pasada tomó declaración como investigado al jefe de la Policía Local- que archive la denuncia presentada por el oficial de este cuerpo al entender que la misma "carece de fundamento probatorio alguno" y está encaminada exclusivamente a ocasionar el "mayor desprestigio y daño profesional" al superintendente. El letrado añade que no se ha podido establecer "ninguna relación causa-efecto entre la dolencia del oficial y la actuación llevada a cabo por Gabriel Nevado, quien "se limitó en el marco de sus funciones propias como superintendente de la Policía Local a llamar la atención de manera verbal a un agente que precisamente estaba haciendo todo lo contrario de lo que le impone el cumplimiento de su deber (vigilar y controlar la seguridad de un edificio público con un nivel IV de alerta antiterrorista)".

El escrito de la defensa destaca que el denunciante "sabía perfectamente cuál es su cometido como oficial de la Policía Local, y toda su actuación solicitando órdenes por escrito, justificación de su cambio de ubicación, etcétera, parece responder a un plan preconcebido para obtener una baja laboral y dar continuidad a la misma achacándola sin pudor alguno a un cambio de palabras con el jefe que califica de amenazas y, lo que es más grave, como una actuación continuada de acoso laboral".

Pero la situación denunciada está "lejos de la realidad", por cuanto, "sea cuales sean los fines, lícitos o no de su actuación, de lo que no cabe duda es de que no puede estar estudiando temas particulares, con un ordenador particular, en un centro de trabajo, estando el mismo en alerta IV antiterrorista, lo cual denota una preocupante falta de profesionalidad que tendría incluso que haber sido sancionada de manera mucho más severa que la simple advertencia que le efectuó el superintendente cuando lo ve en esa actitud por tercera vez en un corto espacio de tiempo", asevera la defensa de Nevado.

El abogado concluye solicitando el archivo porque "no hay amenaza alguna, ni trato degradante o vejatorio ni acoso laboral, ni las presuntas lesiones que dice padecer tienen nada que ver con la actuación de Nevado".

La defensa ha aportado además al juzgado un informe de la unidad de Relaciones Sociales del Ayuntamiento en el que se descarta que el oficial denunciante haya sufrido una situación de acoso laboral. El Consistorio afirma que "no se cumplen los requisitos que recoge la definición de acoso moral en el trabajo, por la situación vivida y denunciada del citado trabajador, independientemente de que la medida adoptada por su jefatura pudiera traducirse en una situación de abuso de poder o cualquier otra figura administrativa sancionable o no", cuya valoración no es competencia del departamento de Prevención de Riesgos Laborales.

El informe señala que la causa que desencadena los acontecimientos es "única, puntual, y claramente definida por un cambio posiblemente arbitrario o no de lugar de trabajo", sin que se haya prolongado el supuesto hostigamiento el tiempo "mínimamente exigible", que según los expertos es de seis meses y con una frecuencia de al menos una vez a la semana.