Placeres del país luso sobre el mantel

Aunque comparte apellidos (Alves da Silva) con el reconocido futbolista Daniel Alves da Silva, el trabajo de este otro brasileño de nacimiento, Afonso, puede asegurarse, asumiendo el riesgo que conlleva las comparaciones, es mucho más popular que el fútbol, la gastronomía. Y de levantar pasiones a través del paladar sabe mucho quien ya ha tenido la oportunidad de tomar un tentempié en su nuevo local, Sabores de Portugal, donde es posible degustar más de medio centenar de productos típicos del país vecino.

Hace apenas tres semanas que esta "abacería-comercio" abrió sus puertas en la calle Feria. Es un momento muy complicado para emprender, pero Afonso y su mujer, Rogeria Rosa Martins, aseguran: "Teníamos la idea en la cabeza desde hace más de un año y nos hemos arriesgado".

A diferencia de cualquier negocio de productos internacionales, aquí se intenta, según su propietario, que "se integre en la sociedad, que podamos abrir en un futuro más tiendas y que se descubran los tesoros que guarda Portugal, aún desconocidos por muchos".

Desde Querança, una localidad del Algarve, procede una gran parte de los alimentos que aquí se venden. Durante seis años el matrimonio vivió allí y compartieron negocio con un socio, propietario de uno de los seis mejores restaurantes de Portugal. "Con motivo de su éxito, este socio comenzó a fabricar sus propios productos, como licores, mermeladas...". Marca, Farrobinha, que por primera vez se exporta a España a través del actual negocio de Afonso y Rogeria.

Fue tras el éxito de ventas en el Mercado Barroco de Olivares cuando a Rogeria se le ocurrió montar este comercio. Lo más peculiar de él son los productos biológicos que aquí se venden, también procedentes de Querança. Pan de pueblo, patatas, tomates o calabazas (sorprende el enorme tamaño de las mismas), todos de cultivo ecológico, comparten espacio con licores (almendra, canela, fresa, higo, moras silvestres...), vinagres variados, miel y una veintena de mermeladas de distintos sabores (limón, boniato, zanahoria y manzana...).

Pero no puede entenderse el verdadero sabor de la tierra lusa sin los productos estrellas: bacalao, vinos (poseen una interesante bodega con oportos, alentejos o dueros, entre otros como el característico vino verde), paté, huevas o filetes de sardina, conservas, quesos, chorizo, cerveza Sagres o el café.

Bien para llevar a casa o para degustarlos en el propio local, -decorado de forma tradicional con barriles de madera donde poder relajarse mientras se come- pasarse por este comercio trae cuenta. Precios realmente asequibles (cerveza portuguesa a 1 euro, lata pequeña de paté de sardina a 80 céntimos, tapas a 1,50 euros y medias raciones a 3 euros) que invitan a volver.