La Policía mantiene su presencia en las Tres Mil por los roces entre clanes
La tensión entre las familias enfrentadas desde el tiroteo del pasado mes de marzo ha aumentado en las últimas semanas · El despliegue de agentes junto a las casas de los Caracoleños es diario
La Policía Nacional mantiene una fuerte presencia diaria en las Tres Mil Viviendas después de que se hayan registrado en las últimas semanas varios roces entre los clanes enfrentados del barrio. La tensión entre las familias implicadas en el tiroteo que el pasado mes de marzo acabó con la muerte de un joven de 17 años ha ido en aumento desde el regreso en verano del clan conocido como los Caracoleños.
Desde entonces ambas familias se han mantenido alejadas entre sí e incluso los padres y hermanos del joven que murió alcanzado por una bala perdida no han vuelto al barrio. Pese a ello, en las últimas semanas sí ha habido roces y algunas provocaciones entre ambos grupos. Los Salguero, también conocidos como Mariano, no aceptan vivir junto a los Caracoleños porque un miembro de este clan se vio inmerso en el tiroteo que acabó con la muerte accidental de un joven de los Salguero.
Este incremento de la tensión ha obligado a la Policía a mantener un dispositivo de vigilancia permanente en las Tres Mil Viviendas. Los controles los está llevando a cabo la unidad adscrita a la Junta de la Policía Nacional, conocida popularmente como Policía Autonómica, mientras que las restantes unidades de la Policía se centran más en perseguir los delitos relacionados con la seguridad ciudadana y con el tráfico de sustancias estupefacientes.
La Policía Autonómica tiene información sobre todos los clanes de las Tres Mil Viviendas y su presencia en el barrio este verano sirvió para calmar los ánimos de ambos bandos cuando los Caracoleños hicieron el amago de regresar a sus pisos y los Salguero los amenazaron para que se marcharan. Finalmente, ambos clanes negociaron la vuelta de los Caracoleños con varios patriarcas del barrio y con la Unión Romaní, después de que más de 40 familias se instalaran durante el verano en unas chabolas junto al puente de hierro de San Juan de Aznalfarache.
Tras unos meses de calma, la tensión ha vuelto a reproducirse este mes de diciembre, de ahí que la Policía Autonómica mantenga el mismo despliegue diario en las Tres Mil Viviendas que el que existía el pasado verano. Los familiares del fallecido nunca han aceptado la vuelta al barrio de los Caracoleños, a los que responsabilizan de la muerte del joven, que circulaba en un todoterreno junto a su padre cuando fue alcanzado en la cabeza el 29 de marzo.
A ello se le une el rechazo generalizado de los vecinos del barrio a los miembros de este clan, que se instaló en las Tres Mil Viviendas después de que el verano del año 2004 fueran desalojados del asentamiento chabolista de Los Bermejales a cambio de 42.000 euros a cada familia.
En los últimos días los vecinos de las Tres Mil Viviendas han sido testigos de varios incidentes que de momento no han tenido más trascendencia, como el que protagonizaron algunos de los familiares del joven fallecido hace unos días circulando a toda velocidad junto a las casas de los Caracoleños y retando a los miembros de este grupo familiar a que salieran.
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