El ambiente festivo vence a la lluvia en la Navidad de Sevilla
El Casco Antiguo recupera el pulso y su actividad navideña después de un sábado pasado por agua
La gran fiesta de Los Remedios y su Heraldo: horarios y recorrido
"Esta tarde vamos a ir a la pista de hielo del Prado de San Sebastián... a ver si hay menos gente que en el centro”, comenta Greta Guisado al pequeño Antonio de casi cinco años. El sábado encontraron refugio de la intensa lluvia en la que se ubica en la Alameda de Hércules y el pequeño descubrió uno de los grandes reclamos de la Navidad para niños y mayores. Con la equipación preparada, unos buenos guantes, ambos toman la Avenida de la Constitución y la calle San Fernando a primera hora de la tarde hasta llegar al destino dejando atrás los villancicos espontáneos, las colas para visitar belenes y el trajín de compras de las principales vías comerciales de la ciudad, que este domingo volvieron a recuperar el pulso tras un sábado pasado por agua.
Paraguas en mano por lo que pudiera pasar, muchos formaron colas a primera hora de la tarde para visitar el clásico nacimiento de la Fundación Cajasol. Otros tantos hicieron lo propio en la sede del Círculo Mercantil que, hasta el 5 de enero, también acoge una exposición dedicada al mundo de Harry Potter, el mago más internacional que la literatura y el séptimo arte han conocido. Con permiso de Sus Majestades de Oriente. Entre un espacio y otro, jugueterías y tiendas atestadas, coros cantando villancicos en la Plaza Nueva, algún que otro paje recogiendo cartas y los castañeros trabajando a destajo para recuperar el tiempo perdido.
Como si la tormenta del sábado no hubiera existido, el espectáculo de Navigalia y el mapping de la plaza de San Francisco recuperaron su programación habitual y las luces se encendieron puntuales –a las 18:30– con una sonada ovación como banda sonora. La normalidad también alcanzó la hostelería. Los camareros iban y venían con bandejas cargadas de palmeritas de chocolate, milhojas, buñuelos y cafés en la Confitería La Campana. Y los encuentros entre amigos regados con gin-tonics y música se apoderaron de los locales del Paseo de Colón.
A unos kilómetros del centro, Greta y Antonio llegan al Prado de San Sebastián, reconvertido en parque navideño con una enorme carpa que cobija una pista de hielo gigante en la que nieva de cuando en cuando para sorpresa de los presentes. “Si quieres, cuando acabemos vamos a ver al Heraldo de Nervión que creo que ha salido”, le dice la madre al pequeño, que contesta con toda clase de preguntas. La primera y más obvia: “¿Qué es un heraldo?”. De camino a La Buhaira, siguen otras tantas cuestiones sobre los Reyes Magos, los camellos, el periplo que supone llegar desde Oriente y la logística de entregar regalos en una sola noche a tantos niños. “Menudo interrogatorio policial”, comenta la madre entre risas, aunque la respuesta que zanja todas las dudas es clara: “Los Reyes lo consiguen todo gracias a su magia y todo es cuestión de creer en ella, Antonio”.
Aunque ayer acabó el último fin de semana del año, las actividades navideñas continuarán hasta prácticamente el 6 de enero. Sin ir más lejos, mañana discurrirá por las calles de su barrio el Heraldo de Los Remedios, esta edición encarnado por el empresario Julián García de la Borbolla González. Desfile que dará paso a otros tantos en, prácticamente, todos los distritos de la ciudad si la lluvia lo permite. Todavía queda mucha Navidad por delante.
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