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Rosa Muñoz · Defensora del Ciudadano de Sevilla

“Los sevillanos quieren hablar directamente con el alcalde”

  • Forofa de la mediación para resolver los conflictos, no cesa en su empeño de que el órgano sea independiente y más conocido por los ciudadanos

Rosa Muñoz posa en el patio central del Palacio de los Marqueses de la Algaba.

Rosa Muñoz posa en el patio central del Palacio de los Marqueses de la Algaba. / Antonio Pizarro

–La limpieza y el arbolado son las principales quejas recibidas año tras año. ¿No avanzamos?

–Lo sigue siendo en números. Sevilla debe estar más limpia y los árboles mejor tratados. De poda no entiendo, pero Sevilla a primera hora de la mañana está limpia. A la vuelta a casa está sucia. No es más limpio quien limpia mucho, sino quien conserva la limpieza. Hubo alguna cuña de Lipasam que también dijo eso.

–En el último informe puso el acento en las peticiones para que las actuaciones en vivienda y ayuda domiciliarias a personas mayores sean más rápidas.

–Hemos conseguido bastante. Han llegado pocos casos, y esos se han resuelto en un plazo brevísimo. Incluso los desahucios que estaban al límite. Se ha dado un paso gigantesco en todos los temas sociales, que son los que más sufro.

–¿Cuáles son los otros problemas importantes de Sevilla?

–La atención al ciudadano por la Policía es también un tema recurrente. La queja es por la tardanza o la falta de entendimiento. El sevillano lo que quiere es hablar directamente con el alcalde. A veces los convenzo de que deben ser recibidos por un delegado o un director general.

–¿No son muy pocos los expedientes que recibe al año para una ciudad con casi 700.000 habitantes?

–Estoy totalmente de acuerdo, es un número pequeño para los problemas que tiene la ciudadanía.

–La falta de visibilidad no ayuda...

–He ido a los distritos para que ellos sean los difusores, me he reunido con autoridades y organizaciones de todo tipo, y se hizo una pequeña campaña en los autobuses que este año no se ha podido repetir por razones económicas. Con todo, seguimos en el mismo límite de conocimiento de cuando recibí el órgano, que era cero. Yo misma, cuando el alcalde me dijo que fuese la presidenta, no sabía ni que existía. Sigue siendo desconocido.

"De poda no entiendo, pero Sevilla a primera hora de la mañana está limpia. A la vuelta a casa está sucia”

–¿Cómo te encontraste la oficina del Defensor del Ciudadano a tu llegada?

–Con un personal sensible, muy pocas quejas y bajo el prisma de las anteriores personas que se ocupaban de la comisión. Le he dado un matiz más cercano.

–¿Y en qué momento se encuentra ahora?

–En un excelente momento, la comisión está representada por los grupos políticos. Nos reunimos todos los meses para despachar todos los asuntos conflictivos. Luego está el alto porcentaje de tramitaciones de quejas. No pedimos tocar el cielo, pero un 95% es una buena cifra.

–La modificación del reglamento no termina de cerrarse.

–El proyecto está parado. No he tenido ningún problema con nadie, pero debemos ser independientes, ya que estamos vigilando la actuación de los órganos ejecutivos. Me marcharé con ese dolor, porque la oficina daría un salto.

"La queja de los ciudadanos con la Policía es por la tardanza o la falta de entendimiento”

–De todos los temas que ha tratado, elija uno que le ha llegado al alma.

–Una mujer joven cuya única familia era una hermana discapacitada. Vivían en una casa en obras desde hacía años. Ya está resuelto, ahora tienen una casa social del Ayuntamiento. Este caso es muy especial para mí por la delicadeza que necesita esa hermana a su cargo. He vivido muchos desahucios que han sido horribles.

–¿Y lo más rocambolesco?

–No admití la queja, le di un consejo. Era un hombre que tenía problemas de convivencia con su mujer, que era muy furiosa y desconfiada. Le conté qué era la separación, y le aconsejé que para qué se iba a divorciar si tenía nietos y era estupendo que tuvieran abuelo y abuela. Me trajo hasta una maceta para agradecérmelo.

–¿Cómo ha influido la pandemia?

–Solamente en la rapidez con la que actuamos, ya que dejamos de recibir personalmente. Hemos sufrido un bajón de expedientes al no poder venir a la oficina.

"Con algún caso sí que me he despertado por ser de los dolorosos y no encontrar el camino”

–¿Hace falta más mediación?

–Soy una forofa de la mediación. Hemos resuelto el caso de una madre con un hijo que le aterrorizan los ruidos. Acordé con el vicario general reducir el sonido de las campanas y el número de repiques. Incluso en las fiestas, el párroco avisa cuando suenan para que puedan estar fuera de casa en ese momento. De que con la iglesia hemos topado, nada. Este mismo caso se ha repetido en otra parroquia con los cohetes. Estas mediaciones son para vivirlas.

–¿Le quita el sueño la imposibilidad de solucionar todos los problemas de los sevillanos?

–El alto nivel de estimaciones hace que no pierda el sueño siempre, pero con algún caso sí que me he despertado por ser de los dolorosos y no encontrar el camino. Por ejemplo, los casos de mediación con otras entidades que no son el Ayuntamiento.

–¿Fecha de retirada?

–Siempre me digo, “bueno, un año más”. Mi decisión es que el próximo Pleno de enero sea el último. Me hace falta descansar, no sé cómo se vive sin trabajar. Es bueno que se renueve el órgano cada cuatro años.

La Defensora del Ciudadano de Sevilla tiene pensado dejar el cargo en el próximo Pleno de enero. La Defensora del Ciudadano de Sevilla tiene pensado dejar el cargo en el próximo Pleno de enero.

La Defensora del Ciudadano de Sevilla tiene pensado dejar el cargo en el próximo Pleno de enero. / Antonio Pizarro

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