El portavoz de IU en el Ayuntamiento de Sevilla, Antonio Rodrigo Torrijos, criticó este miércoles que el portavoz popular, Juan Ignacio Zoido, se crea "nacido para ser alcalde" y plantee un "chantaje inaceptable" a los ciudadanos de la capital hispalense al anunciar que se irá si no logra la Alcaldía en las elecciones de 2011. 

En un comunicado, Torrijos afirmó que Zoido "demuestra una enorme falta de respeto, una total ausencia del mínimo sentido del interés general que cualquier responsable político debería tener para desarrollar su labor política" y añadió que dichas declaraciones "define bien al personaje". 

"Zoido demuestra un particular sentido democrático en el que sólo es valido el resultado electoral que satisfaga sus intereses", lamentó el portavoz de IU, quien consideró que "quizás debería aclarar a la ciudadanía si, en realidad, no está detrás de una exigencia planteada por la derecha que manda y no se presenta a las elecciones, la que mueve los hilos detrás de Zoido, que no admitirá su presencia ni un minuto más si es derrotado por segunda vez y no alcanza el poder que ellos ansían". 

Para Torrijos, Zoido "olvida que la democracia conforma a gobierno y a oposición, las dos partes son esenciales para el juego democrático", ante lo que insistió en que "el pueblo es quien decide, no aceptar el resultado libre y democrático de las urnas sitúa al que esto hace al margen de la democracia, olvidando que el pueblo determina quién es oposición y quién gobierno, viene a servirse y no a servir donde le pongan los ciudadanos". 

En este sentido, agregó que "el candidato popular describe dos escenarios posibles, que sea o que no sea alcalde, y por supuesto niega el segundo de ellos", aunque señaló que "curiosamente se recrea en la consecuencia de no serlo, aceptando implícitamente por anticipado una derrota que sería el lógico devenir de una campaña que dura ya cuatro años, muy mediática y escasamente propositiva, vacía de contenidos y llena de humo". 

"Es lo que tiene enfrentarse a un gobierno de progreso que está objetivamente transformando a mejor la ciudad de Sevilla, usando simplemente la crispación, las fotos vacías y las poses frívolas ante temas importantes, además de fotocopiar la mágica solución del 'plan integral', tanto para un roto como para un descosido", añadió Torrijos, quien reiteró que "a estas alturas el señor que sólo acepta ser alcalde no ha compartido aún con todos los sevillanos su modelo de ciudad, ni le ha explicado a la gente cómo quiere que sea Sevilla bajo su mandato".

Por tanto, consideró "cuanto menos curioso" que Zoido "admita su derrota, muy poco tiempo después de ser proclamado por su partido candidato a alcalde y cuando aún sus rivales políticos ni siquiera han sido elegidos por sus partidos" y agregó que "esto desafueros verbales del candidato del PP son los que hacen que su equipo desconfíe de él y le impida debatir conmigo o participar activamente en los plenos, porque ellos saben, mejor que nadie, que el señor Zoido cuando habla sin papeles puede hacer peligrar incluso sus propios intereses". 

"Los símiles taurinos hay que saber utilizarlos, a riesgo de terminar corneado, no se trata de salir por la puerta grande o por la enfermería, la clave es saber aceptar el criterio del respetable y estar dispuesto a asumir con la misma elegancia las dos orejas y el rabo, que las almohadillas con la que castigarán su labor de oposición", planteó el portavoz de IU, quien consideró que "irse dando la 'espantá' es propio de los malos toreros" y aseguró que "lo que teme Zoido es que los suyos le manden los sobreros si el coso taurino vuelve tras cuatro años de malos capotazos a darle la espalda". 

En definitiva, afirmó que "se trata de una burla inaceptable que, poco tiempo después de ser nombrado candidato por la Coalición de la Derechas Populares, ese rebujito de intereses que responde al nombre de Partido Popular, el señor Zoido se esté jugando el futuro de Sevilla a doble o nada, porque para él esto es un juego en el que sólo son importantes sus intereses, que le llevan incluso a anunciar la retirada reconociendo públicamente que no admitirá el veredicto del pueblo".