El enfado de la plataforma ciudadana Túmbala por la "tibieza" de la última resolución del Comité de Patrimonio Mundial sobre la Torre Cajasol propició que un grupo de sevillanos se manifestara ayer en las puertas del organismo internacional en París.

Desde las 9:15 de la mañana, cuatro miembros de la plataforma que aboga por la paralización de las obras desplegaron una pancarta donde se podía leer en inglés y francés "Ciudadanos por la protección del patrimonio mundial. ¡No al rascacielos en Sevilla! ¡Unesco, para la construcción del rascacielos en Sevilla (España)! Asimismo, repartieron tarjetas en las que se intentaba demostrar a los miembros del Comité de Patrimonio Mundial (que todavía siguen reunidos) el impacto paisajístico que supondrá la obra.

A este grupo de ciudadanos, se unió un coro de franceses que entonaron en "perfecto castellano" canciones olivareras, Santa Bárbara bendita y otros temas del folclore español, según afirmó a este periódico una de las manifestantes y portavoz de la plataforma Túmbala, Ana Ávila.

Sin embargo, tal como reconoció Ávila, no consiguieron hablar con ningún alto cargo de la Unesco, "aunque nos consta que conocen nuestro movimiento y nuestros argumentos", dijo. Lo que sí notaron fue que "muchos de los asistentes a la cumbre conocían el problema de Sevilla y recibimos numerosas muestras de apoyo, incluso de vecinos de la zona".

Con quien sí consiguieron hablar unos "diez minutos" fue con la representante del Ministerio de Cultura de España Ángeles Alaustre, "quien fue muy amable pero estaba algo tensa". Siempre según Ávila, la funcionaria española les reconoció que el informe en defensa de la Torre Cajasol mandado por el Ayuntamiento a la Unesco poco después de las elecciones del 22-M "era muy débil".

El grupo sevillano se volverá a manifestar hoy por la mañana y no descartan poder hablar con algún cargo de cierto rango de la Unesco. Su vuelta a la ciudad será esta tarde.