La plataforma que promueve el ex coordinador de la cabalgata Anselmo Valdés ultima la recogida de las más de cien firmas necesarias para forzar una asamblea general de la que surja la convocatoria de elecciones para elegir un nuevo equipo de gobierno en el Ateneo de Sevilla, dirigido actualmente por el médico Alberto Máximo Pérez Calero. Valdés apuesta por dar un vuelco en la gestión de la institución, que vuelva "al sentido independiente, cultural, moderno, del siglo XXI, participativo y abierto a todos". Por este motivo, ha organizado una plataforma que pretende "un cambio profundo de mentalidad y sobre todo de personas". Valdés quiere contar con los cerca de 800 ateneístas que hacen poca o ninguna vida en la entidad y que, en su opinión, pueden estar en disposición de participar en muchas actividades y citas.

La plataforma parte de la convicción de que el Ateneo tiene que dejar atrás las polémicas que han marcado su vida ordinaria durante muchos meses, así como tiene que apostar por "otra forma de ser, de representar, de llegar a la gente, de hacer que el ateneísta se sienta orgulloso, de compartir mayores y jóvenes sus conocimientos… Desde estas premisas pondremos un grano de arena a la vida social, económica y cultural de nuestra ciudad y sus ciudadanos".

Valdés remitió una carta a los ateneístas hace un par de meses exponiendo sus inquietudes. En aquella misiva daba varios mensajes: "Muchos de los socios de esta centenaria corporación comprobamos con preocupación cómo el Ateneo no sólo se encuentra lejos de ese liderazgo y aportación a la ciudad, sino que ha visto en apenas dos años perder buena parte de su prestigio, envuelto en escándalos mediáticos, sociales y políticos que en nada han beneficiado a la institución, distanciándonos de la sociedad a la que se debe servir".

Valdés llamaba la atención sobre el "progresivo abandono de este organismo de personas de reconocida valía en diversos ámbitos, que no han ocultado su marcha por diferencias con la presidencia y actual cúpula del Ateneo". Se refería así a las sonadas dimisiones que siguieron a la gran crisis del Ateneo que estalló hace poco más de un año con ocasión de la designación del rey Melchor de 2011, que en primera instancia recayó en Manuel Marchena, entonces vicepresidente de las empresas municipales, posteriormente en el médico Fernando Fabiani, entonces adjunto al presidente del Ateneo, y finalmente en el hermano mayor de los Panaderos, al que se recurrió pocos días antes del 5 de enero a la desesperada. La destitución de Marchena como Melchor fue por motivos políticos y la de Fabiani por antiguos asuntos judiciales archivados. Alberto Máximo Pérez Calero, presidente del Ateneo, continuó en el cargo después de una tensa reunión. Dio explicaciones a los miembros de su junta y a los presidentes de las distintas secciones, no logró convencer a cuatro de los críticos de la junta directiva, por lo que tras pedir Francisco Baena Bocanegra, vicepresidente de la Hermandad de Reyes Magos, la dimisión del presidente y éste no hacerlo, presentó él la suya. A Bocanegra le siguieron otros tres miembros: los dos adjuntos a la presidencia, Fernando Fabiani y Emilio Boja, y el tesorero, José María Toribio.