Un arrecife en el salón de estar

La acuariofilia permite, con el cuidado necesario, disfrutar de mini-ecosistemas subacuáticos en casal A. acuariófila sevilla www.acuasevilla.com; info@acuasevilla.com; 664181226,

Un arrecife en el salón de estar
S. V.

03 de enero 2009 - 05:03

El mundo subacuático ejerce una evidente fascinación para muchas personas, aunque no siempre parezca fácil acceder al mismo. La acuariofilia, sin embargo, permite reproducir ecosistemas acuáticos en miniatura (o no tanto) que se pueden disfrutar en el propio domicilio, siempre que se les preste, eso sí, un mínimo de cuidados.

La acuarofilia, explica José Ignacio López, presidente de la Asociación Acuariófila de Sevilla , "es una afición muy antigua y arraigada en muchos países", como lo demuestran la devoción por los Koi y los estanques en Oriente, las grandes granjas en Malasia, Indonesia e Israel o la difusión en Estados Unidos y Europa. También se distingue, añade, por desarrollarse en el agua, "lo que implica que sea más técnica que otras" y que sufre "un gran número de abandonos en los primeros años, ya que no aprender unas reglas básicas condena al fracaso".

En Sevilla, asegura, la afición está "relativamente extendida". La asociación que preside cuenta con unos 60 socios y cuenta con una página web (www.acuasevilla.com), una biblioteca a disposición de aquéllos, reuniones mensuales y organiza asimismo concursos (fotografía) o excursiones (a viveros plantas acuáticas, piscifactorias) y actividades relacionadas.

En el futuro, cuando dispongan de una sede física, confían en poder ofrecer cursos y talleres de iniciación a la acuarofilia o a la construcción y montaje de acuarios, grupos de investigación, un servicio de atención y asesoramiento...

Porque la acuarofilia, apunta José Ignacio López, se puede vivir desde muchas formas : "Unos son jardineros acuáticos, otros prefieren el reto de la reproducción, a otros les gusta simplemente disfrutar de un acuario equilibrado, con preferencias por un tipo especial de pez, otros convierten un rincón de su casa en un pedazo de arrecife coralino".

El único límite, asegura el presidente de la asociación, "es el bolsillo". Los acuarios más habituales a nivel doméstico son los que van de los 100 a los 400 litros, "seguramente los más extendidos". El equipamiento básico incluiría filtro, calentador, iluminación y complementos como arena para el fondo (no vale cualquiera), decoración (rocas como lava o pizarra, troncos de turbera...), plantas (naturales a ser posible)...

Un kit básico de los que se venden en las tiendas puede costar entre 80 y 100 euros. A partir de ahí, las sofistificaciones -desde ordenadores que controlan los parámetros del acuario y avisan por SMS- y complementos son inagotables.

Esta variedad se extiende a los ecosistemas que se pueden recrear, aunque habitualmente, apunta José Ignacio López, son los geográficos en los que los acuarios "reproducen el hábitat original de los peces. Muy conocidos son los acuarios de Tanganika y Malawi; también los de cíclidos sudamericanos o los anabantidos asiáticos".

La variedad de peces que se puede encontrar en el comercio es muy amplia. Si no, apunta López, la asociación puede intentar conseguir el pez deseado. El precio va de "unos pocos céntimos hasta miles de euros que cuestan algunos tipos de peces, como algunas variedades de koi", dependiendo de si son salvajes, reproducidos, etcétera.

Es importante adaptar el acuario a las necesidades de los peces. Los hay, afirma López, "que necesitan vivir en grupo o cardumen (cardenales, neones, borrachitos...), otros que prefieren la parte baja del acuario (corydoras...), otros la superficie (hachas...), vivir en parejas (ramirezzi...) o tener harenes (guppys, molly...)...". En cuanto a su reproducción, pueden ser vivíparos u ovíparos y pueden vivir más de 10 años "si se les ofrecen las condiciones adecuadas".

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