La Fundación Princesa Girona falla hoy en la Universidad de Sevilla su premio en Investigación Científica 2018, uno de los cinco galardones que otorga cada año a jóvenes destacados en diferentes categorías y que entrega el rey Felipe VI en nombre de su hija la princesa Leonor. Mónica Margarit dirige desde 2011 esta fundación privada impulsada por 88 patronos, entre ellos la Fundación Persan, y que centra su esfuerzo en la empleabilidad y la visibilidad de los jóvenes, en cuyo beneficio la entidad destinará este año 2,8 millones de euros.

-La Fundación Princesa de Girona cumple el próximo año su primera década. ¿Cuáles cree que han sido sus principales logros?

-Nuestra fundación nació con el objetivo de apoyar a los jóvenes y en estos momentos tenemos tres líneas abiertas en este sentido. La primera es la formación de docentes para que sepan educar el talento emprendedor a sus alumnos, la segunda la mejora de la empleabilidad de jóvenes con formación superior, y la tercera son nuestros premios, que persiguen, sobre todo, aumentar la presencia social de los jóvenes.

-La fundación nació en 2009, al principio de la crisis. Parece como si sus fundadores se oliesen lo que estaba por venir y el duro golpe que sufrirían los jóvenes en el campo laboral.

-Pues sí. Conforme pasa el tiempo más me ratifico en que centrarse en los jóvenes fue un gran acierto. Los fundadores tuvieron mucha visión porque los jóvenes son claramente un colectivo que hay que apoyar y darles las herramientas que necesitan. Si tienen las herramientas, ellos solos funcionan.

-¿Cuáles son las carencias que presentan los jóvenes?

-Depende de en qué asunto nos movamos, pero en el tema de la empleabilidad yo soy de las que creen que nadie está sobrecualificado, es decir, cuanta más formación tenga un joven, mejor. Por lo cual le diría: formación, formación y formación. También es cierto que estamos en un mercado laboral muy cambiante e incierto y existe una serie de habilidades y competencias que pueden ser muy útiles, por eso creo mucho en el acercamiento del mundo de la empresa y la universidad o de la formación en general. Ahí es donde incidimos nosotros con un programa que se llama Rescatadores de Talento.

-¿En qué consiste el programa?

-La fundación y las empresas y sus departamentos de recursos humanos, que son los que buscan, seleccionan y contratan al talento y que, por tanto, saben el talento y las habilidades que deben de tener los jóvenes, diseñan una serie de herramientas y cursos para que los jóvenes con formación superior consigan un trabajo para lo que ellos se han preparado. Este programa va dirigido a universitarios de último curso y egresado menores de 30 años que buscan su primer empleo, y potencia la movilidad entre comunidades con una beca de 4.000 euros que concede la fundación.

-¿Cuántos andaluces han participado en este programa?

-Desde que lo presentamos hace un año en la Universidad de Sevilla, se han inscrito más de 700 jóvenes. El éxito en Andalucía ha sido brutal. Los jóvenes andaluces son muy activos y se mueven por toda España.

-La fundación se centra mucho en el colectivo de jóvenes que pertenecen a la primera generación de su familia que ha accedido a una formación superior ¿por qué?

-En España se dice que entre un 70% y 80% de los trabajos se encuentran por contacto. Un joven que ha estudiado Ingeniería Aeronáutica y su padre es taxista y su madre dependienta en un puesto de la plaza de abastos, le va a resultar muy difícil que en su entorno social y familiar haya alguien que le pueda ayudar para acceder a un puesto de ingeniería aeronáutica. Lo que nosotros hacemos, a través de la figura de los mentores, es ayudar a estos jóvenes a que hagan contactos y suplan esta carencia.

-Otro de sus puntos fuertes es la formación a docentes en el ámbito del emprendimiento.

-Sí, más de 500 profesores andaluces de todos los niveles de la educación obligatoria han participado en nuestro programa Educar el Talento Emprendedor desde la Escuela. El mercado laboral que se van a encontrar los niños que ahora están en las escuelas será muy cambiante, incierto y la movilidad entre proyectos, entre empresas y territorios estará a la orden del día. En el futuro se valorarán competencias que ahora no se tienen en cuenta. Creemos que es importante que los escolares tengan bien aprendida y desarrollada la competencia emprendedora para cuando llegue el momento.

-Le da mucha importancia a la cultura emprendedora pero las últimas encuestas indican que la mayoría de los jóvenes quieren ser funcionarios.

-Para nosotros el talento emprendedor lo debe de tener todo el mundo que quiera emprender una vida profesional y eso lo vamos a tener que hacer todos. No significa crear un vivero de empresarios en el centro educativo, eso no es lo que perseguimos. Para ser funcionario, buen funcionario, también hay que tener talento emprendedor.