ALGUIEN pensará que lo que van a hacer con Pilar Bardem en el Tiro de Línea, donde suprimirán su nombre del callejero para sustituirlo por el de Nuestra Señora de las Mercedes, ya lo hicieron con Torrijos en Triana, relevado en una de las arterias perpendiculares a Pureza por la calle Santísimo Cristo de las Tres Caídas. Pero ni este Torrijos es Torrijos, ya que se refiere al general liberal José María de Torrijos (1791-1831), héroe de la guerra de la Independencia fusilado en la malagueña playa de San Andrés, ni le han quitado la calle: se la han cambiado, le han dado una más pequeña, eso sí, antigua Juan de Lugo, pero mirando al río por Betis, donde Triana busca el mar por Sanlúcar de Barrameda.

El Santísimo Cristo de las Tres Caídas, titular de la Capilla de los Marineros, bendijo al barrio de Triana en salida procesional celebrada el 3 de febrero de 1997. Mañana se cumplen quince años de aquella manifestación de fervor. El frío tiene pocos pregoneros en Sevilla, pero en Pureza muchas cosas pasaron en el gélido febrero. Ese mes nace en el antiguo número 18 de Pureza Antoñita Colomé (12 de febrero de 1912); ese mes muere en el número 31 Antonio Machado Álvarez, Demófilo, (4 de febrero de 1893). La actriz trianera, primera de Sevilla que trabajó en Hollywood, y el padre de los poetas comparten protagonismo en las leyendas de la calle con el rapsoda Armando Gutiérrez (Juan de Triana), el torero Antonio Montes (muerto en la plaza de toros de México, ídolo de Belmonte), el médico José León Castro o el artista flamenco Fernando el de Triana, que se emocionó, dice la placa, "con los cantes de los Caganchos y los Pelaos".

Torrijos, el que fuera primer teniente de alcalde en la anterior corporación, sigue manteniendo una calle en Sevilla. La que cerca de la carretera de Carmona rotularon con el nombre de su madre, Amalia Torrijos Rodríguez, única mujer que en toda Andalucía ocupó una alcaldía, la de Coripe, durante la Segunda República. La madre de Torrijos y el abuelo de la edil del PP Pía Halcón, el académico y escritor Manuel Halcón, son los únicos familiares del actual equipo municipal que por méritos propios figuran en el mapa-mundi de los carteros.

Amalia Torrijos llegó a la alcaldía de Coripe en 1933 con 22 años. Estaba en este pueblo serrano, que cuenta con la mayor colonia europea de buitres leonados, de maestra de escuela y la eligió el gobernador civil por ser la funcionaria más joven. Su predecesor no se lo tomó muy bien y rompió la vara de mando, motivo por el que la Guardia Civil se lo llevó detenido. Los detalles los cuenta Rafael Rodríguez en el libro Diputadas que editó el Parlamento de Andalucía. La maestra duró meses en la alcaldía. Estaba casada con un sargento que había combatido con los nacionales y el quinto y último de sus cinco hijos, hoy en la oposición como portavoz de IU, le tomó el testigo muchos años después presentándose a la alcaldía de Sevilla, ciudad donde su madre tiene una calle, igual que en Coripe.

Esa calle Torrijos no la han cambiado de sitio. El general que murió en la playa de Málaga busca ahora las playas de Cádiz con su nueva ubicación en el callejero de Triana. Una serie de calles muy cortas -Arfián, Torrijos, Luis de la Cuadra-, pero con vistas impresionantes para el transeúnte.

Mañana, pues, se cumplen quince años de la bendición del Cristo trianero que relevó en el callejero a Torrijos. Y el sábado, 4 de febrero, se cumple un nuevo aniversario de la muerte del gran Demófilo, gallego de cuna (Santiaco de Compostela), padre de una familia numerosa con dos poetas que nacieron uno en el palacio de Dueñas (Antonio) y otro en la misma calle Pedro Mártir en la que vinieron al mundo Alejandro Sawa, el modelo de las Luces de bohemia de Valle-Inclán, y Rafael de León, el letrista de tonadillas de la generación del 27.