Sevilla

El calor y falta de agua reducen la cantidad disponible de setas en Sevilla

La tana ('Amanita caesarea') ha sido de las primeras setas en aparecer en nuestras dehesas.

La tana ('Amanita caesarea') ha sido de las primeras setas en aparecer en nuestras dehesas. / Muscaria

"La estación por excelencia para que los hongos fructifiquen en Sevilla es el otoño, que es cuando llueve y bajan las temperaturas. Desde septiembre, que empiezan las primeras lluvias, hasta mayo suele haber abundnacia, lo que ocurre es que este año las altas temperaturas y la falta de lluvias han frenado que fructifiquen muchas más", cuenta Francisco Sánchez Iglesias, biólogo y presidente de la Asociación Micológica Muscaria.

A pesar de la falta de humedad, el biólogo destaca que ya sí han aparecido las primeras setas al haber caído las primeras lluvias en la Sierra de Aracena y Norte, pero el problema siguen siendo las altas temperaturas y que, además, las lluvias se han frenado.

Entre los ejemplares que ya pueden verse en el campo, destaca la tana (Amanita caesarea), quizás "la más bonita por sus colores amarillos y naranjas”. Sin embargo, apenas han aparecido. Sin embargo, el biólogo aclara: "Que no se vean, no significa que hayan desaparecido. Los hongos no desaparecen, simplemente, ante la falta de humedad y el calor, dejan de fructificar las setas. Las esporas germinan con las condiciones climáticas adecuadas".

La setas: más escasas y más caras

Ya desde la primavera pasada, aquellos que acudieron a los mercados, plazas de abastos y fruterías pudieron comprobar que los esperados gurumelos (especie que germina en primavera) fueron escasos y ello conllevó a que su precio se incrementara de forma notable.

Otra de las advertencias del especialista es tener precaución a la hora de comprar setas y dónde: "Es más habitual encontrar setas silvestres en plazas y fruterías. Hay que tener cuidado porque, a veces, te las venden por silvestres y no lo son o te dicen que son un género y es otro. Además, en ocasiones, se venden inmaduros, como el gurumelo cerrado. Esta práctica es ilegal, pero se sigue haciendo, aunque tenemos legislación al respecto, no siempre se cumple".

El precio también varía en función de la temporada, así que este año de lluvias escasas, los precios, seguramente, serán más altos. "El gurumelo es el rey. Los primeros se comercializan a 40 ó 50 euros el kilo. Si la temporada es buena, baja a 15 ó 20 euros el kilo".

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