La obra que impulsó la revolución ciclista en Sevilla que ha dado fama internacional a la ciudad, el carril bici, sufre desde 2011 una desatención preocupante en su conservación y mantenimiento. El tramo más utilizado por los ciclistas (y desde hace pocos años también por los patinetes eléctricos), el de la ronda histórica que rodea todo el centro, acusa especialmente esta falta de atención.
Después de la inversión cero en el carril bici que padeció la ciudad en el mandato de Juan Ignacio Zoido (PP), con el socialista Juan Espadas la situación debería ser mejor pero lo cierto es que no se nota demasiado. No hay más que ver las imágenes del estado del carril bici tomadas ayer en la ronda histórica para hacerse una idea.
Según datos de la oposición municipal de Adelante Sevilla, el problema está en la baja ejecución del presupuesto municipal destinado a conservación y mantenimiento. De 2015 a 2017, según el gobierno de Espadas, disponían de 676.727 euros. De esa cantidad, la oposición mantiene que en 2016 se gastó un 62% del dinero presupuestado, que en 2017 únicamente un 9,92% y que en 2018 no se gastó nada hasta finales de septiembre.
El gobierno local responde que la situación ha mejorado a partir de mayo de 2018 con el nuevo contrato de 720.000 euros de inversión hasta 2020, adjudicado a Sando, que ha elevado el montante que se destina a las vías ciclistas.
Según datos municipales, el dinero invertido en mantener el carril bici en 2018 se eleva a 184.000 euros y en lo que va de 2019 se ha gastado 418.394 euros, lo que suma un total de 602.394 euros de la dotación del nuevo contrato, es decir, un 83% del total presupuestado. El gobierno local asegura que los datos de la oposición de 2018 no son los definitivos porque la inversión no se certifica y paga hasta finales de año.
Si se han gastado más de 600.000 euros en conservar el carril bici debería notarse, pero la realidad es otra porque las carencias son cuantiosas después de casi una década de abandono.
Las zonas donde se ha actuado en carriles bici desde 2018
A la pregunta de ¿en qué zonas se han gastado esos miles de euros?, el Ayuntamiento responde que, desde mayo de 2018, se han ejecutado “más de 186 actuaciones en la plataforma Gesin de Sando” y aún habrá que añadir más puntos de lo que resulte de la inspección de más de 80 kilómetros de vías ciclistas del total de 186 kilómetros” que suma en la actualidad.
Entre las obras más importantes ejecutadas o en ejecución de esos más de 602.000 euros, el Ayuntamiento de Espadas cita: la Ronda de Triana (unos 30.000 euros) se levantó entera, Alcalde Luis Uruñuela, Avenida República Argentina, Francisco de Montesinos, Avenida de Jerez (Bellavista, pintura en 1.300 metros por 78.000 euros) y campañas de reposición de bolardos, separadores y pasos de peatones.La lista parece corta para más de tantos miles de euros teóricamente invertidos.
El carril bici ha crecido 3,2 kilómetros más
Y ¿qué hay de nuevos carriles bici construidos en este mandato de Espadas? Según datos del gobierno local, han sido ocho obras ejecutadas con el presupuesto de la Gerencia de Urbanismo, algunos de ellos renovaciones de tramo, que nada tiene que ver con el mantenimiento. Cada kilómetro de carril bici cuesta en la actualidad entre 331.000 y 350.000 euros.
Estas obras son las renovaciones de tramos del carriles bici de Plaza de Armas (267 metros) y de la calle Recaredo (100 metros), y la construcción del carril bici de la avenida de Dinamarca (470 metros), de Ronda Padre Pío-La Doctora Oeste (378 metros), calle Jándalo conexión paseo de Juan Carlos I con calle Torneo (112 metros), Rotonda Avión Saeta (240 metros), Paseo de Colón (900 metros), y Avenida Juan Pablo II (768 metros).
Hay un proyecto ciclista en licitación: el carril bici de la calle Doctor Fedriani y Navarra (2.000 metros con un presupuesto estimado de 360.170 euros). Hay otros proyectos: itinerario peatonal ciclista en la Barriada de Murillo (Polígono Sur-Su Eminencia), conexiones ciclistas Polígono Sur con Plan Urban, itinerario ciclista Bermejales-Palmas Altas (colaboración público-privada), y mejoras y conexiones en el entorno de Torre Sevilla (colaboración público-privada).
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