Casa Ronald McDonald: El hogar que han encontrado más de 200 familias en Sevilla
El proyecto cumple su primer año en la ciudad ofreciendo un recurso habitacional gratuito a familias de fuera con hijos en tratamiento a sólo 400 metros del Virgen del Rocío
Emotiva bienvenida a la Casa Ronald McDonald en Sevilla
Quizás desde fuera se parezca más a una sede institucional al uso, pero nada más entrar en el edificio el calor humano se hace evidente. Hay un aroma a comida en cocción. Viene del fondo del pasillo. Allí, Antonia Leitón Agüera prepara el almuerzo, un guiso de lentejas, en una enorme cocina mientras la pequeña Nicol mira vídeos en una tablet.
Hace cinco meses que abuela y nieta residen de manera permanente en la Casa Ronald McDonald de Sevilla, un lugar que el pasado enero cumplió su primer año en la ciudad y que desde entonces ha acogido a cientos de familias con niños enfermos que no pueden costearse un alojamiento durante el tiempo que dura el tratamiento en un hospital de la capital sevillana. La casa pertenece a la Fundación homónima y apenas está a 400 metros del Hospital Virgen del Rocío, lo que llena de tranquilidad a los padres y madres que viven allí durante el tratamiento de cáncer infantil y otras enfermedades.
Es el caso de Nicol, una niña de tres años diagnosticada de un rabdomiosarcoma, el sarcoma de partes blandas más frecuente en la infancia. Ahora no está ingresada, pero tiene que ir al Hospital Virgen del Rocío todas las semanas para seguir su tratamiento de quimioterapia y radioterapia indicado, además de los controles médicos rutinarios.
Su abuela explica que, ante una situación tan "delicada", el haber llegado a este hogar fuera del hogar, ha sido "clave", puesto que si no, sería realmente "difícil" costear una estancia de un tiempo indeterminado en un piso. Su estado de salud, tiene problemas de columna, tampoco le permitían el desplazamiento a diario desde Puerto Real, donde reside la familia. "Tengo problemas de espalda y al principio lo pasé muy mal yendo y viniendo en ambulancia", relata Antonia, que se encarga del cuidado de su nieta, mientras su madre atiende a su otra hija menor en Cádiz.
La abuela de Nicol destaca que la casa está "totalmente preparada" para atender a pacientes oncológicos. Algo fundamental dada la delicada situación que viven estos niños y sus familias. De hecho, Antonia reconoce que la pequeña ha superado problemas para relacionarse con otras personas que traía de casa. "Le costaba mucho hacerse a la gente y hablar con otras personas, pero ahora se pasa el día jugando y corriendo de allá para acá y le da abrazos y besos a todo el mundo", afirma. Personalmente, admite que ha podido cumplir "un sueño": aprender a tocar la guitarra. "En mi casa nunca había visto la oportunidad de hacerlo", remarca.
Como la suya, hay miles de historias de familias que han pasado por esta casa. En concreto, en su primer año de vida, exactamente 257, que, a pesar de que cada situación es distinta, coinciden en que "el apoyo" que han recibido en esta casa ha sido "fundamental" para afrontar las enfermedades de sus hijos.
Al frente de este hogar está Francisco Javier Pavo Galán, quien, junto a Álvaro del Toro, que se encarga de la coordinación de voluntariado y actividades, y Álvaro Marcelo Rodrigo, en funciones de administración, se dejan la piel y el alma día a día junto a las familias que pasan momentos tan duros de su vida allí. "Nos vemos todos los días y al final se forma una pequeña familia", confiesa el gerente de la Casa Ronald Sevilla.
Francisco Javier Pavo indica que gran parte del primer año de vida de las instalaciones ha sido el de "visibilizar" el recurso. Sobre su funcionamiento detalla que la casa trabaja de la mano del Servicio Andaluz de Salud y que son las trabajadoras sociales de los hospitales las que hacen las derivaciones en base a unos criterios marcados. "Así, empezamos con dos familias en diciembre de 2023, y cerramos el año pasado con 257. Eso es haber dado alojamiento a unas 400 personas", explica. La mayoría, "más del 50%", procedentes de otros provincias andaluzas, pero también de otras comunidades e incluso de otros países, al ser el Hospital Virgen del Rocío referente en 24 unidades pediátricas a nivel nacional.
Lo de la Casa Ronald es especial en cada una de sus aristas. Por un lado, la gran ayuda económica. "Ofrecemos un servicio habitacional gratuito a toda la familia, padres, abuelos y hermanos, de los niños que estén hospitalizados, estancias que serían muy complicado costear fuera en un piso o un hotel", cuenta el gerente. Pero el apoyo emocional también es el gran fuerte de esta casa. "Nuestro lema es que las familias se sientan como en casa, en un hogar fuera del hogar. Para ello ofrecemos un apoyo emocional a través de talleres y actividades que hacemos todos los días por la tarde con personal técnico y nuestro equipo de personas voluntarias", explica. Sólo hay dos requisitos: que el niño en tratamiento de una enfermedad grave tenga menos de 21 años y residir a más de 50 kilómetros.
En los que a instalaciones se refiere, pasillos con animales, un jardín amplio en el centro y detalles en cada rincón de la casa que invitan al juego y la diversión hacen de este espacio un alojamiento único en momentos muy difíciles. La casa cuenta con 20 habitaciones espaciosas con capacidad para 3, 4 ó 5 personas, adaptadas para personas con diversidad funcional y equipadas con baños privados, terrazas y zonas de estar, listas para acoger a 20 familias de manera simultánea y unas 80 personas. Ubicada en la calle doctor Rafael Martínez Domínguez, la vivienda está diseñada para ofrecer confort y privacidad y sus instalaciones también albergan un patio central con jardín, salas comunes, una cocina amplia con frigorífico para cada familia, comedor, zona de juegos, gimnasio, un sótano para almacén y parking. Estos espacios comunes facilitan un entorno de apoyo durante momentos difíciles.
La casa, construida en una parcela de 3.000 metros cuadrados cedida por el Ayuntamiento de Sevilla, es fruto de un esfuerzo colaborativo. Se trata de una iniciativa que ha sido posible gracias al apoyo de la Fundación El Gancho Infantil, que ha jugado un papel crucial en la recaudación de fondos a través del reto Tu Casa Azul, demostrando la fuerza de la solidaridad andaluza, según afirman en Ronald McDonald. Empresas, fundaciones, asociaciones e iniciativas populares han conseguido que esta nueva casa para alojar a pacientes pediátricos y a sus familias sea una realidad en un tiempo récord.
La Casa Ronald McDonald de Sevilla se puso en marcha gracias al compromiso de instituciones públicas y de entidades privadas, que ayudaron a financiar el proyecto con donaciones, cuyo coste asciende a 3,5 millones. "McDonald es nuestro principal donante, pero nosotros tenemos que buscarnos financiación para sobrevivir. Necesitamos lo que llamamos padrinos, que nos siguen ayudando", explica. "Ahora nuestro objetivo es el mantenimiento económico de la casa. Para ello necesitamos en torno a medio millón de euros y estamos trabajando duro para fidelizar a algunos de esos padrinos para que nos sigan ayudando y buscando nuevos patrocinadores", aprovecha para reclamar Francisco Javier.
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