La juez castiga con 7 años de cárcel el atropello mortal de Silvia Reyes
El acusado pretendía "causar ataques de pánico" al amagar con arrollar a la personas.
La juez ha condenado a siete años de prisión a Javier Gómez Ávila por el atropello mortal de Silvia Reyes a las puertas de la discoteca EM de Tablada, en una sentencia que considera que la intención del acusado no era la de matar, sino la de exhibir "su pretendida habilidad al volante y la de disfrutar causando ataques de pánico" a las personas que se hallaban en las inmediaciones del local.
En ese "macabro juego" del acusado de realizar maniobras bruscas y acelerones, que la juez entiende que es muy grave y reprochable, no puede apreciarse a su juicio una intención homicida, ni siquiera a modo de dolo eventual, por lo que impone una condena de cinco años de prisión por un delito de homicidio imprudente y otros dos años por omisión del deber de socorro, por darse a la fuga del lugar del accidente sin auxiliar a la víctima.
La sentencia declara como hechos probados que, sobre las 5:30 del 28 de noviembre de 2010, el acusado, encontrándose "algo trastornado y con lógica merma de los reflejos" para la conducción por la ingesta continuada de alcohol -reconoció en el juicio que tomó "cinco o seis copas"- sacó su coche del aparcamiento realizando "maniobras bruscas y sin observar ninguna precaución, con la clara intención de exhibirse y llamar la atención de los que por allí se encontraban". El conductor, de 24 años, efectuó dos "amagos" de atropellar a sendos grupos de viandantes hasta que, en un tercer acelerón, no controló la frenada y atropelló a un grupo en el que se hallaba Silvia Reyes, a la que golpeó "fuertemente y lanzó por el aire" cinco metros, lo que le provocó la muerte. A continuación y, a pesar de que el copiloto le instó a detenerse, Javier Gómez se marchó del lugar hasta que fue interceptado por la Policía Nacional. En la prueba de alcoholemia, arrojó una tasa de 0,67 y 0,64 miligramos por litro de sangre.
La juez ha valorado el testimonio de Manuel Sánchez, el joven que le acompañaba y que es el "testigo clave" en esta causa, quien aseguró que el acusado realizó dos amagos antes de atropellar a la joven, que iba haciendo "eses" y a una velocidad más rápida de la que es habitual para salir de un aparcamiento. La sentencia ha fijado una indemnización de 96.869,86 euros para los padres de Silvia Reyes.
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