El sector turístico se prepara ya para reinventarse y superar el parón provocado por la crisis del coronavirus. En Sevilla, los distintos agentes confían en la fortaleza del destino, que parte de una gran proyección nacional e internacional. Las previsiones eran las de un crecimiento en 2020 de un 3% sobre la cifra récord registrada en 2019 de más de tres millones de turistas y 6,7 millones de pernoctaciones. Estimaciones que la pandemia ha truncado y que, en el mejor escenario, se reducirán un 25%. 

Este porcentaje es el que calcula la Junta de Andalucía que caerán los ingresos turísticos en la comunidad. Una consultora cordobesa, Adeitur consultoría turística, ha realizado un estudio sobre cómo podría afectar este escanario a cada provincia. En el caso de Sevilla, el sector dejaría de ingresar más de 325 millones de euros, pérdidas que casi se triplicarían en provincias como Málaga. 

Las cuentas que hace la consultora se basan en los ingresos registrados el año pasado y que en Sevilla, según los datos de la Encuesta de Coyuntura Turística de Andalucía, se elevaron a 1.301 millones de euros, cifra que corresponde al gasto que dejaron turistas y también excursionistas que visitan el destino sin pernoctar. 

El golpe mayor se estima, según el porcentaje de ingresos, que será para bares y restaurantes que dejarían de ingresar más de 136 millones de euros. A continuación se situarían los alojamientos, hoteles y viviendas turísticas, donde las pérdidas se calculan en más de 91 millones, mientras que el sector del comercio dejaría de ingresar este año más de 52 millones por ejemplo.

Las cifras en la capital sevillana serían probablemente algo mayores, pues la primavera supone para el sector el 30% de sus ingresos (más del 25% estimado).  Y hay estudios que cifran sólo el impacto total de la Semana Santa en 400 millones de euros.

Desde el sector turístico sevillano se quiere transmitir un mensaje de esperanza bajo el argumento de que el destino cuenta con mucha fortaleza. Hace unos días, desde Sevilla Convention Bureau se destacaba que la capital sigue recibiendo peticiones para organizar eventos para junio y los meses de otoño. La posibilidad de celebrar la Feria de abril a finales de septiembre daría al sector una oportunidad para recuperarse del fuerte golpe de esta crisis del coronavirus. Los hosteleros, según ha apuntado ya su presidente, Antonio Luque, aplauden esta opción y, además, se adelantan proponiendo la procesión magna en noviembre, mes de los difuntos, que sirva para recordar a las muchas personas que están falleciendo en la epidemia y que también contribuya a reactivar la economía local. 

El Ayuntamiento de Sevilla, por su parte, ya ha anunciado que trabaja en una nueva estrategia para relanzar el destino una vez que se estabilice la epidemia y la actividad empiece a retomarse en la ciudad. Un plan de márketng para el día después. De momento, las acciones promocionales previstas se han suspendido.

Pero en el sector ya se están moviendo algunas iniciativas con el convencimiento de que de esta crsis también se pued salir. Canarias, por ejemplo, ya ha lanzado una campaña de espernaza para que los turistas vuelvan a su destino y hay propuestas tecnológicas que ponen a disposiciñon de los ciudadanos asistentes virtuales para aclarar las dudas sobre el coronavirus y el turismo, algo que se está hacienedo en Benidorm por ejemplo.