Calle Rioja

Un cura en el Archivo de Indias

  • Tributo. Homenaje en Sevilla a Manuel de Unciti, sacerdote que estudió Periodismo con Pilar Miró y Pedro Erquicia, cubrió el Concilio Vaticano II y fundó la residencia Azorín

comida en La Raza de antiguos residentes de Azorín. En el grupo, Joan Cantavella, biógrafo de Manuel de Unciti, y Juan Caño, compañero de promoción.

comida en La Raza de antiguos residentes de Azorín. En el grupo, Joan Cantavella, biógrafo de Manuel de Unciti, y Juan Caño, compañero de promoción. / Andrés Naranjo

LA cita fue en el Archivo General de Indias. Desde Chiclana a Basauri, desde Olivares a Cedeira, los cuatro puntos cardinales de la procedencia de los periodistas. Todos con un denominador común: pasaron por la residencia de estudiantes de Periodismo que fundó el cura y periodista donostiarra Manuel de Unciti y Ayerdi (1931-2014). Cada año eligen una ciudad para rendirle tributo y este año tocó Sevilla.

Joan Cantavella, catedrático de Periodismo en la Universidad CEU San Pablo, ha escrito una biografía de Unciti. En su juventud viajó con frecuencia a Sevilla y en el Archivo de Indias debe figurar su expediente de investigador. Estuvo en Roma, Madrid, Simancas y en el Archivo de Indias buscando datos para su tesis doctoral sobre la presencia de la Iglesia en el Sudeste asiático. Sus obligaciones periodísticas le llevaron a Roma para cubrir el Concilio Vaticano II. Después pasó un tiempo en París conviviendo con comunidades de emigrantes.

Uno de los periodistas que vino a la reunión de Sevilla, Juan Caño, vinculado con algunas de las revistas más importantes de la prensa española, fue testigo del nacimiento de la residencia. Cuatro compañeros de la Escuela Oficial de Periodismo hicieron el camino de Santiago desde Roncesvalles. Eran Juan Caño, Miguel Ángel Velasco, Homero Valencia, que dirigió Radio Nacional de España, y Manuel de Unciti, que se había ordenado sacerdote el 29 de junio de 1954. En ese camino hasta Compostela surgió la idea de crear una residencia de estudiantes de Periodismo.

Unciti estudió en la Escuela de Periodismo en la promoción de Pedro Erquicia, Juan Caño, Antonio Burgos y la futura directora de cine Pilar Miró. Erquicia, que fundó y dirigió Informe Semanal, pasó por la residencia, como una legión de periodistas repartidos por toda España, muchos de ellos directores, subdirectores o redactores-jefe de periódicos con solera. Joan Cantavella era de la promoción de Joaquín Marín.

Para completar la formación, Unciti exigía que además de Periodismo se estudiara una segunda carrera. La mayoría optamos por Sociología. Algunos la terminaron, como Pedro Ontoso, que fue subdirector de El Correo Español-El Pueblo Vasco y acaba de publicar el libro Con la Biblia y la Parabellum, un estudio sobre la Iglesia en la génesis del nacimiento de Eta, tema al que dedicó su tesis doctoral. El jefe de prensa del Congreso de los Diputados o un periodista muy cercano a Presidencia del Gobierno pasaron por la residencia Azorín. Unciti, pese a ser paisano de Baroja y Unamuno, eligió el nombre de este escritor alicantino de la generación del 98 porque además de novelista, ensayista y poeta fue cronista parlamentario. También pasó por la residencia Javier Aguirresarobe, aunque se dedicó a la iluminación cinematográfica, faceta en la que colaboró con cineastas como Pedro Almodóvar y Woody Allen.

La jornada se inició con una misa de recuerdo de Unciti en la Capilla de los Estudiantes de la Universidad. Con la hospitalidad de Álvaro Pereira, director del Servicio de Asistencia Religiosa de la Universidad (SARU), que no pudo oficiar la misa por estar en Roma, la ceremonia religiosa fue celebrada por Emilio Calderón, párroco de San Pío X, en las Letanías, que conoció a Unciti en unos ejercicios espirituales. De esos casi cuarenta años de magisterio en la residencia Azorín salieron un buen puñado de periodistas y ni un solo sacerdote. La sotana del cura donostiarra hacía teología en vaqueros.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios