omisión del deber de socorro

Una sevillana denuncia al 061 por no enviarle una ambulancia a su casa estando gravemente enferma y desvalida

  • Beatriz Aroca reclama ante un juzgado de Sevilla una actuación contra este servicio por un posible delito de negación de auxilio

  • Desde el centro coordinador de Emergencias Sanitarias de Sevilla aseguran que "analizarán" el caso "por si hay que adoptar medidas correctoras"

Beatriz Aroca, el viernes, tras presentar una denuncia en el Juzgado.

Beatriz Aroca, el viernes, tras presentar una denuncia en el Juzgado. / José Ángel García

"Si no llega a ser por mi novio, creo que hoy estaría muerta". Es el duro relato de Beatriz Aroca, una sevillana de 34 años que ha presentado una denuncia ante los juzgados de Sevilla contra el servicio de emergencias sanitarias 061 y, en concreto, el médico de guardia que la atendió al teléfono el pasado 23 de marzo, por un presunto delito de omisión del deber del socorro.

Según su testimonio, y así consta en el escrito presentado en el juzgado, tras un servicio de teleasistencia, y con una operadora de por medio, el facultativo le habría negado la asistencia a domicilio y el envío de una ambulancia que había solicitado al ser paciente de riesgo, tras haber sufrido un neumotórax con anterioridad, encontrarse sola en casa y sin recursos para su desplazamiento, y presentar síntomas de asfixia, falta de aire, tos, fiebre, vómitos continuados y malestar general prolongados durante varios días, que, finalmente, resultaron en un ingreso hospitalario durante cuatro días por neumonía e insuficiencia respiratoria aguda secundaria.

Fuentes del centro coordinador de Emergencias Sanitarias de Sevilla aseguran, por su parte, que no han recibido ninguna queja "que encaje" con estos hechos, pero que, por su parte, "se va a analizar toda la información que consta en el sistema de gestión para conocer lo ocurrido y adoptar las medidas correctoras que sean necesarias en el caso que se detecte alguna desviación de los procedimientos de actuación", sentencian en declaraciones a este periódico.

En el escrito de denuncia, que la mujer presentó el pasado viernes ante el Juzgado de Instrucción número 15 de Sevilla, por encontrarse de guardia, se acusa al 061, el servicio público de emergencias sanitarias dependiente de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, de no haber enviado una UVI móvil a su vivienda cuando fue solicitada por encontrarse la denunciante impedida para poder desplazarse a un centro sanitario por estar gravemente enferma, "con falta de aire y debilidad muscular general que le impedía, prácticamente, ponerse en pie", tal y como consta en la denuncia, siendo, además, paciente de riesgo, como la mujer asegura que está registrado en su historial, por un neumotórax sufrido en 2006, y que, presumía, al dar sus datos a la telefonista, "se habría consultado".

Los hechos denunciados ocurrieron la mañana del sábado 23 de marzo cuando la afectada, tras llevar desde el miércoles anterior con malestar general y haber sido diagnosticada por su médico de familia de un cuadro gripal, se despertó "prácticamente sin aire". "Me asfixiaba, me ahogaba, era una sensación de falta de aire que, por desgracia, ya conozco porque ya fui intervenida de un neumotórax en otra ocasión y era algo parecido, así que me asusté muchísimo porque, además, no podía mantenerme en pie, me caía", cuenta la mujer al teléfono. Llamó entonces al 112, cuya telefonista decidió ponerla en contacto con el 061. "En este servicio me atendió una chica muy amable. Le costaba entenderme porque prácticamente no se me escuchaba porque no tenía aire ni para hablar. Esas llamadas se graban y pueden comprobarlo. Tras contarle como pude que me estaba asfixiando decidió consultarlo con el médico que estaba de guardia en el servicio en ese momento y me dijo que había considerado que mi caso no requería de asistencia en domicilio y que me desplazara yo al hospital", asegura la mujer, quien apunta en su denuncia que desde este servicio se le remitió que llamara a un familiar para que la llevaran o, en su defecto, a algún vecino.

Al encontrarse sola y no tener medios para desplazarse, y ante la negativa del 061 a mandar ayuda sanitaria a casa, la mujer entró "en pánico" e intentó buscar ayuda entre sus vecinos. "Casi arrastrándome quise llegar desde mi habitación hasta la puerta de mi casa para abrir la puerta y gritar para que alguien me escuchara y viniera a ayudarme, pero no podía llegar, no me sostenía en pie y no pude ni abrir la puerta", afirma. Finalmente, logró enviar a su novio un mensaje con un escueto "SOS". Lo siguiente que recuerda es a su pareja intentando levantarla del suelo y reanimarla. Salieron a la calle y un Uber que pasaba por la zona se ofreció a llevarlos al Hospital Virgen Macarena, por cercanía, donde ingresó por Urgencias y, tras la realización de las pruebas pertinentes, le detectaron una neumonía e insuficiencia respiratoria aguda secundaria, según consta en el parte del alta, al que ha tenido acceso este periódico y donde consta el incidente ocurrido con el 061, ante el cual la mujer, asegura, "se llevaron las manos a la cabeza".

Por ello, la denuncia presume un posible delito de omisión del deber del socorro al existir constancia de que el cuadro clínico registrado tras su llegada al hospital requirió tratamiento con oxigenoterapia durante las primeras 24 horas de su ingreso, que se prolongó durante durante cuatro días, hasta el 27 de marzo. A día de hoy sigue de baja laboral y está pendientes de pruebas para comprobar si ha quedado alguna lesión en el pulmón afectado por la neumonía. Asegura que, debido a este episodio, vive en una ansiedad constante, no duerme, sufre pesadillas en las que se ve asfixiándose y sin ayuda y, lo peor de todo, ha vuelto a revivir los peores momentos de su vida cuando, asegura, su madre fue víctima de una negligencia médica, teniendo, prácticamente, su misma edad.

"Es por ella por la que me he decidido a poner esta denuncia. Creo que si no llega a ser por mi novio, probablemente, hoy estaría muerta. Vivo sola y no tengo medios para desplazarme, no me podía sostener en pie, me caía, y por mi voz podían oír que prácticamente no podía hablar porque me faltaba el aire. A día de hoy sigo sin poder dormir. No puedo permitir que esto vuelva a suceder con nadie más y tengo fe en que esta denuncia sirva para algo", apostilla la mujer.

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