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El futuro de la canal de navegación

Un nuevo camino para el dragado del Guadalquivir

Uno de los buques que llegan al puerto de Sevilla, el único de interior que hay en España.

Uno de los buques que llegan al puerto de Sevilla, el único de interior que hay en España. / Autoridad Portuaria

El segundo varapalo al dragado del Guadalquivir en cuatro años no supone un contratiempo para los planes del Puerto de Sevilla, que lleva un tiempo trabajando en una nueva estrategia marcada por un criterio ambiental que permitirá mejorar la navegabilidad del río sin tocar el fondo gracias a seguir profundizando en el estudio de las mareas, la modelización del tapón salino, el origen de la turbidez y el estado biológico del estuario.

La Autoridad Portuaria entiende que la decisión del Tribunal Supremo, que anula el plan hidrológico del Guadalquivir en lo que se refiere al dragado del canal de navegación del río, no modifica la estrategia que se está llevando a cabo en la actualidad, e invita a participar a los arroceros, universidades y ecologistas para crear un nuevo modelo de trabajo. En un desayuno coloquio organizado por la Asociación de Directivos de Andalucía, Ceuta y Melilla, Rafael Carmona dejó claro que la mejora de la navegabilidad de la ría pasa por un trabajo en común con los distintos sectores, y subrayó que el camino que actualmente se desarrolla “va por un lado muy distinto a ese dragado de profundización, trabajando en la mejora ambiental”.

“La sentencia del Tribunal Supremo no trastoca nuestros planes”. El presidente del Puerto apuntó que la nueva estrategia conocida como Working with nature (trabajando con la naturaleza) está dando buenos resultados, aunque no son suficientes. Los técnicos ya cuentan con más información de las mareas gracias a los acuerdos de investigación impulsados con diversas universidades y con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), lo que ha permitido acompasar la entrada y salida de buques de mayor calado después de un trabajo que ha proporcionado incrementar la escalilla de calados en 20 centímetros, pasando de siete metros a siete metros con 20 centímetros, lo que supone a nivel de carga unas 300 toneladas más por trayecto.

Los técnicos analizarán si afecta a la salinidad rebajar 50 centímetros en puntos clave

El Puerto interpreta que necesita un conocimiento más profundo del estuario. Por ello, continúa trabajando para abordar temas como las mareas, la modelización del tapón salino, el origen de la turbidez y el estado biológico del estuario. “No se está hablando de rebajar 50 centímetros en toda la ría, sino en puntos clave y analizarlo para ver qué podría suceder y si podía afectar o no la salinidad”. La idea es mejorar la navegabilidad sin tocar el fondo. “Mientras haya más agua, habrá más profundidad y más calado”, comentó el presidente de la Autoridad Portuaria.

Los arroceros plantearon al Puerto en la última reunión que la salinidad del río estaba disparada, algo que achacaban a la realización del dragado de mantenimiento que se realiza periódicamente para eliminar sedimentos. Sin embargo, Carmona les trasladó que no se ha dragado desde hace un año y medio porque aún no se ha iniciado el último programado. “El agua está turbia y eso no lo provocan los barcos. El río tiene sal por la ría, porque las mareas llegan hasta Alcalá del Río a diario dos veces”.

Los técnicos abogan por analizar los mejores momentos para que los buques accedan al Puerto, cómo influyen los sedimentos en la parte final del estuario, qué esta pasando con la fauna del río y si pueden sobrevivir con tanta turbidez. El objetivo es favorecer la entrada de barcos, aunque no se plantea la entrada de grandes cruceros de 4.000 personas como ocurre en Málaga, ni grandes cargueros de petróleo o gas como en Huelva. “Han pasado 19 años y el dragado no se ha hecho porque se ha enfocado mal, sólo con una visión economicista”, destacó el presidente de la Autoridad Portuaria.

El Puerto no se plantea la entrada de grandes cruceros o cargueros

Un nuevo dragado en el Guadalquivir para retirar hasta 1,4 millones de metros cúbicos de sedimentos con el objetivo de evitar los aterramientos que se vienen produciendo de forma habitual en la canal de navegación, que comienza en la desembocadura del río en Sanlúcar de Barrameda y termina en Sevilla, y que reducen el calado y aumentan la peligrosidad de la travesía de los buques. Los trastornos son graves, ya que conllevan retrasos en la navegación y perjuicios económicos a todos los clientes del Puerto de Sevilla.

La Autoridad Portuaria ha adjudicado un dragado de mantenimiento durante cinco años de la canal de navegación de la ría del Guadalquivir para permitir el acceso del tráfico marítimo hasta los muelles de Sevilla en condiciones de plena seguridad y operatividad. El pliego destaca que se trata de mantener las cotas de las rasantes actuales, no de aumentarla. Esta primera fase de los trabajos serán realizados durante dos años.

El calado actual del Guadalquivir se encuentra en siete metros y veinte centímetros. El calado actual del Guadalquivir se encuentra en siete metros y veinte centímetros.

El calado actual del Guadalquivir se encuentra en siete metros y veinte centímetros. / Autoridad Portuaria

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