TIEMPO El último fin de semana de abril llega a Sevilla con lluvia

DERBI Horario y dónde ver el Betis-Sevilla

Sevilla

El frío como aliado contra la basura

  • Los bares con veladores empiezan a sufrir las consecuencias de la acumulación de residuos Algunos vecinos optan por dejar los desperdicios en el contendeor cada dos días

"La suerte es que el mercurio no pasa de los 20 grados". Quien dice esto es Reyes Martínez, una trianera que ha vivido ya varias huelgas de basura, pero ninguna de la dimensión de ésta. Aunque hasta ahora los residuos acumulados en los contenedores no desprendían malos olores debido a las bajas temperaturas, el hecho de que algunos lleven depositados más de una semana está provocando ya cierta pestilencia que llena de moscas calles y hasta casas: "El alcalde debe dar su brazo a torcer y atender a lo que le dicen los trabajadores de Lipasam, porque esta situación es insostenible, ya no se puede andar por las calles por la peste".

Esta trianera comparte todas las tardes horas de charla con otras dos vecinas en el Bar Altozano. Una de ellas es Rafaela Quiles, que con 93 años asegura que "recuerda otras huelgas de limpieza, pero como ésta, ninguna". En su calle resulta complicado andar por la acera debido a la cantidad de bolsas que se acumulan junto al contenedor. Antonia Ruiz es la tercera tertuliana de esta reunión. Ayer asó sardinas y no tuvo más remedio que sacar los restos a la calle. Las tres están intentando al máximo guardar la basura en casa, "pero carecemos de espacio suficiente y hay desperdicios que sacar porque no queda más remedio", aclara Reyes Martínez. Para Antonia Ruiz la solución pasaría por "contratar parados para que recojan la basura. En un día lo dejarían todo limpio". Sobre los servicios mínimos, las tres aseguran que "sólo se barren las calles principales".

Uno de los efectos más negativos del paro en Lipasam lo empiezan a sufrir los negocios, como el citado bar, donde su encargado, Juan Antonio Álvarez, asegura que desde hace varios días el consumo ha bajado un 70%, al ser muy pocos los turistas que se sientan en la terraza para contemplar el Altozano: "El cliente fijo sigue viniendo, pero los que visitan Sevilla no quieren pagar por tomarse un café delante de una montaña de basura".

Las consecuencias de la huelga en el sector hostelero son muy variables. En la misma calle Canalejas, por ejemplo, donde hay hasta cinco contenedores sepultados por la basura, la situación es bastante dispar dependiendo del establecimiento. En el Bar Lairén, por ejemplo, su dueño, Manuel Pinto, mantiene que el paro no le ha perjudicado mucho -pese a tener un gran cúmulo de residuos a escasos metros- debido a que con el frío los clientes prefieren entrar en el local. "La huelga coincide con un mes, el de febrero, que suele ser malo en este tipo de negocios, por lo que no sabemos si realmente ha tenido incidencia. Lo que está claro es que esto hay que remediarlo cuanto antes porque la situación comienza a ser incómoda".

En la acera de enfrente se encuentra el conocido pub irlandés Merchant´s Malt House. La cantidad de bolsas depositadas a pocos metros de la entrada ha obligado a cambiar la distribución de los veladores. Chío Abad, una de sus empleadas, mantiene que gracias al frío la situación no es extrema: "La gente sale, incluso, a fumar". Desde que comenzó la huelga los trabajadores del bar intentan sacar sólo dos bolsas al día. "Ahora es cuando se demuestra realmente quiénes somos los que reciclamos", apostilla Abad.

Este intento por sacar la mínima basura posible a la calle también lo comparte Enid Jaramillo, una ecuatoriana que lleva 14 años viviendo en Triana. "Los vecinos deben evitar por todos los medios sacar demasiados residuos posible fuera de sus casas. Yo sólo lo hago cada dos días y cuando las bolsas están repletas", explica Jaramillo, quien estima que si el Ayuntamietno finalmente contrata otra empresa para recoger las casi 7.000 toneladas de desperdicios, "agravaría más la situación, aunque sería un gran alivio para los ciudadanos, bares y tiendas".

A pocos metros de ella, Silvia Barragán pasea con su marido y su hija. Cuando llega a la Plaza del Altozano, convertida en un auténtico estercolero, lo primero que grita es "¡qué vergüenza!. Para Barragán -quien afirma "respetar el derecho a la huelga de todo el mundo"- la falta de recogida de basura "sólo trae consecuencias negativas para el turismo, uno de los pocos sectores que se salvan de la crisis".

El daño a la "imagen de la ciudad" es uno de los motivos que llevó ayer a la Confederación Empresarial Sevillana (CES) a tildar de "cerrazón" e "insolidaridad" la postura de la plantilla de Lipasam, motivo por el cual apoya al gobierno local en la búsqueda de autorizacinoes para la recogida de basura.

Esta alternativa la esperan varios vecinos, mientras otros, como el quiosquero de la calle Julio César Julio Albea, lamenta "no creer ya nada de lo que diga Zoido". Mientras se busca un fin al conflicto, los trabajadores de negocios como la Pizzería Domino's, en Reyes Católicos, tienen que limpiar la calle y amontonar ellos mismos la basura para que los clientes puedan entrar a un local en el que se contempla por los cristales la más variada gama de desperdicios mientras se degusta una pizza.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios