Sin hijo por una mala gestión

Pilar López y José Luis Perea empezaron un proceso de adopción en noviembre de 2011 y en julio de 2013 firmaron un contrato con la asociación Addis-Galicia, entidad acreditada por la Xunta de Galicia para tramitar adopciones internacionales en Etiopía, Burundi y Burkina Faso. El coste del proceso era de unos 11.000 euros y la entidad, según la pareja sevillana, le aseguró que "en un año y medio o dos" le asignarían un niño natural de Burundi. Cuatro años después, y tras abonar el 75% del coste total, la entidad gallega ha alegado problemas económicos y ha amenazado con paralizar todos los expedientes si las familias no realizaban un pago adicional de cerca de 6.800 euros.

En total hay 80 familias con su expediente bloqueado en toda España (71 según los afectados), 51 con intereses en Etiopía y 29 en Burundi, y 10 de estas últimas son andaluzas, según la Consellería de Política Social de la Xunta de Galicia. En Sevilla hay cuatro parejas con el expediente bloqueado, aunque dos de ellos ya se encontraban paralizados con anterioridad al cierre de la entidad por haber tenido un hijo de manera biológica.

Addis Galicia solicitó en enero un plan de viabilidad a la Xunta dados sus problemas económicos. El Ejecutivo gallego aprobó un incremento de las tarifas establecidas en 2012 para mantener la actividad de la entidad durante un año más y, así, tramitar 10 expedientes de Etiopía y 10 de Burundi, es decir, sólo 20 de los 80 existentes. Según explica la Xunta, el 1 de febrero se le expuso esta situación a las familias y se les preguntó qué 20 familias estaban dispuestas a abonar 6.781 euros en una semana, plazo que luego se prolongó siete días más.

Sólo 14 familias dieron su consentimiento y el 28 de febrero Addis abrió un nuevo plazo de 10 días hábiles para que todos los afectados manifiesten por correo electrónico su decisión de continuar con el proceso de adopción con el incremento de 6.800 euros o desistir y cancelar el proceso.

"Ahora mismo estamos en un limbo administrativo en el que nadie da la cara", explica la sevillana Pilar López, visiblemente afectada. "Cambiando las reglas del juego en el último momento, va a poder adoptar el que más dinero tenga, ¿no?", señala. "Cada familia ya ha abonado 8.000 euros. ¿Qué ha pasado con nuestro dinero?".

Addis Galicia es la única asociación española que tramita adopciones en Burundi, por lo que los expedientes no pueden ser derivados a otras entidades, como puede ocurrir en el caso de Etiopía. Además, el país africano exige para la tramitación de la adopción internacional la intermediación de un Organismo Acreditado de Adopción Internacional (OAAI), no acepta un organismo público.

A esto se suma que, en 2013, España decidió poner fin a las adopciones en Burundi. Sin embargo, según asegura Javier Medina, otro de los sevillanos afectados, hubo familias que firmaron su contrato con Addis Galicia en 2014 y 2015.

"Nosotros conocíamos esta decisión cuando firmamos en 2013, pero nos aceptaron, a nosotros y a todas las familias que vinieron detrás nuestra, y aceptaron el dinero", explica Pilar López. "La entidad alega que, al no haber nuevas familias, se les ha acabado el dinero. Es decir, las últimas familias son las que financian las adopciones de las primeras", comenta la sevillana. "Por eso pensamos que esto tiene pinta de estafa piramidal. Nosotros hemos sido los que hemos mantenido a la entidad todos estos años", añade su marido, José Luis Perea.

"Cuando la Xunta nos dijo que la entidad había cerrado, la directora de Addis volvió a ponerse en contacto con algunas familias y les volvió a pedir dinero. Intentamos ponernos en contacto otra vez con la Xunta y nos dijeron que ellos no tenían ni idea", relata la sevillana. "Ni siquiera ellos se ponen de acuerdo".

Las familias afectadas no contemplan de momento acudir a la vía penal ya que, según explican, esto supondría la paralización definitiva de todos los expedientes.

"Llevamos invertidos en este proyecto de familia muchos años, hasta seis en algunos casos, y ésta es ya la única vía que nos queda para disfrutar de nuestro proyecto de vida", señala Javier Medina, que inició en 2010 el proceso de adopción junto a su mujer.

Los afectados califican a Addis Galicia de "negligente" y denuncian que la asociación "nunca" les informó de las dificultades económicas que estaba sufriendo. Eran ellos los que se preocupaban y llamaban para obtener información sobre el proceso. "Nos enviaban sólo dos correos al año. Uno en verano para decirnos que sus oficinas cerraban en verano y otro en Navidad para que compráramos lotería. Nada más", reconoce Pilar López.

Las familias también culpan por su "dejadez" a la Xunta de Galicia, a las que le piden responsabilidades por ser esta institución pública la que acreditó a Addis Galicia para la gestión de adopciones internacionales.

"Están jugando con nosotros a nivel emocional. Nos han mentido. Esto es muy difícil de asumir. Estamos hablando de esperar un hijo, no de haber invertido en bolsa. Nuestros ahorros y nuestra esperanza de vida están puestas en esta entidad", destaca Pilar López. Este periódico ha intentado sin éxito conocer la versión de la asociación Addis Galicia.

Desde el Ejecutivo autonómico gallego apuntan que, "en la búsqueda de posibles soluciones para las familias", la Xunta trasladó una consulta al Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad sobre la posibilidad de continuar con la tramitación de estos expedientes a través de Protocolo Público, procedimiento por el que, con el apoyo de la Administración, los solicitantes se encargarían de completar el expediente, que se tramita a través del Ministerio. "En este momento se están llevando a cabo las gestiones necesarias, a través de la embajada de Tanzania, para que la autoridad central del país permita esta vía", señala la Xunta.

Pilar López y José Luis Perea decidieron adoptar porque no pueden ser padres de manera biológica. "Si hay niños que son huérfanos y necesitan un hogar y hay padres que quieren tener hijos, la adopción me parece una opción ideal antes que forzar la naturaleza", reconoce la sevillana. "En Burundi hay 50.000 niños huérfanos. Es el segundo país del mundo con mayor índice de menores abandonados". Pilar López se derrumba ante la pregunta de cómo les está afectando personalmente esta situación. "Yo estoy destrozada", reconoce la mujer mientras su marido le toca el hombro y se hace el silencio.