El jeroglífico del rey de la selva
calle rioja
Sanfermines. Tom Cruise y Paco León aparecen unidos en un guión imaginario que recorre la línea subterránea del Muro de los Navarros que va de la Puerta Carmona a la Puerta Osario.
EL madrugador bullicio de la calle Estafeta de Pamplona en el primero de los encierros contrasta con el silencio casi monacal del Muro de los Navarros. Dice Santiago Montoto que el nombre de esta calle que une la Puerta Osario con la de Carmona se debe al importante número de personas originarias de esa tierra que se asentaron tras la toma de Sevilla por Fernando III. Una calle con dos puertas, como las casas antiguas. El cronista la recorrió en el día de San Fermín, muro de navarros.
La Puerta Osario da nombre a un concesionario de automóviles y a un restaurante en el que trabajó el joven cocinero Antonio Machado, que ahora se abre camino en uno de los mejores restaurantes de cocina española de Londres. Crea 13 es una empresa que se dedica, reza el rótulo, al Conocimiento Compartido. Comparte bloque con la joven editorial sevillana Cangrejo Pistolero, fija en las Ferias.
Es domingo y están cerrados los negocios. En la imprenta Muñoz Jiménez trabaja un artesano de las letras al que le gusta leer a Lovecraft en la sierra y a quien el cronista conoció por el amigo común Juan Tapia. En la esquina con Azafrán, un azulejo grande de Nuestra Señora de las Lágrimas, el mismo nombre de la iglesia que aparece en La piel del tambor de Pérez-Reverte.
Hay un solar de arquitectura pseudomozárabe cerrado a cal y canto que fue lugar de movida en el que uno recuerda un pase de modelos en el que participaron futbolistas como Simeone y Miquel Soler. Huele a gato y a higuera. Clínica dental Daniel Bromberg. La casa 33 es un edificio sólido que en tiempos sirvió de carpintería y taller de restauración de muebles para Ignacio Segorbe, descendiente de aquellas familias primigenias que en 1248 se reparten Sevilla. Ahora acoge a cuatro vecinos. El ex presidente de la Junta Manuel Chaves solía venir discretamente a tomar café a este inmueble porque uno de los residentes era su hermano Antonio.
El núcleo Los Arcos está construido con un diseño comunal, lleno de sombras contra los rigores del calor. El fotógrafo Antonio Prado barre su estudio mientras espera la llegada de su mujer, Marlène, brasileña, profesora de aerobic. En el interior del estudio, libros de Impresionismo y de Cocina. Debajo del estudio está el genuino muro de los Navarros, la muralla que iba de puerta a puerta y que fue derribada en 1965 para hacer viviendas. Algunas conservan el yugo y las flechas y el anagrama del Instituto Nacional de la Vivienda, acogidas a los beneficios de la ley de 15 de julio de 1954.
La calle Muro de los Navarros hace un meandro como el Mekong de la película de Coppola. Ese trozo es un delta de calle donde confluyen las rotuladas Juan de la Encina, Guadalupe y Santiago, el camino más corto hasta Santa Catalina. Esta confluencia de calles las preside una casa rematada por la escultura de un león que es pariente del león de la Metro. En realidad es un jeroglífico que viene a decir que en esta casa vive el actor Paco León. La ventana que da a la calle es la cocina de Carmina. La madre del actor, la actriz que estuvo nominada a los Goya por Carmina o revienta.
Conviven diferentes negociados en la calle de los pretéritos pamplonicas. Medicina Estética Virgen de la Luz. El bufete del abogado Manuel García Garzón. El taller de moda de María Jesús Santiago. No hay una casa igual a otra. Modernas, clásicas, abandonadas. En el número 5, muy cerca de la Puerta de Carmona, el hueco de la escalera se ve desde ornamentales rosetones. La calle termina con el centro de Formación San Ildefonso y la Ferretería Puerta de Carmona. Tornillería en general. En esta calle a nadie se le pierde un tornillo.
La calle Mosqueta es un atajo hacia San Esteban. Una de las calles más cortas de la ciudad. Un suspiro de cuatro casas. Pero con enjundia. El clásico de los pollos asados y a la vera, con el cartel de los Capirotes embargado por el protocolo de las estaciones, está El Rincón del Nazareno. La Puerta de Carmona da nombre a la antigua abacería reconvertida en un bar con loables propósitos: "Quejarse de la caló es socorrido pero no baja las temperaturas. Ahora... una cervecita fresquita...".
Son dominios de San Esteban. Espaldas de la Casa Pilatos. Empieza la misa de doce en San Leandro con los cánticos de una veintena de monjas, la mayoría africanas. Javier Delmás, nieto de Blas Infante, viene por la plaza con atuendo deportivo de recorrer el Moscú sevillano, que fuera de contexto suena a tinto de verano con gramos de vodka. Junto a la pila del Pato, camina ensimismado Enrique Barrero, ex presidente del Ateneo.
Es Muro de los Navarros calle que se sale de las cuadrículas, une la ronda con las callejuelas, la verdad oficial con los secretos. ¿Quedará algún navarro? Tom Cruise se trajo los sanfermines a Sevilla en su película Noche y día. Le debió sentar mal la lectura de Hemingway. 7 de julio, San Fermín. Patrono de unos cuantos aniversarios. Sietes de julio de 1978, mi viaje ignoto a la mili aquel día de luto en la plaza de toros de Pamplona; de 1989, siete del siete a las siete, mi boda con María José en Triana, con algunas ausencias -Atín Aya, Santiago Sánchez Traver- porque estaban en los sanfermines; de 2005, atentados en el Metro de Londres que nos quitó las ganas de celebrar el aniversario nupcial; de 2010, gol de Puyol a Alemania que nos metió en la final del Mundial de Sudáfrica.
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