Un marroquí se enfrenta a 17 años por asesinar a un compatriota

La Fiscalía de Sevilla solicita una condena de 17 años y medio de prisión para un ciudadano marroquí que será enjuiciado a finales de este mes por un jurado, acusado del asesinato de un compatriota al que apuñaló por un ajuste de cuentas en la avenida de Kansas City el 23 de octubre de 2008.

En el juicio, que se celebrará el 28 de junio, la Fiscalía pide también dos años de cárcel para otros dos acusados -uno de ellos de nacionalidad española- por un delito de encubrimiento, y una multa de 2.160 euros para un tercero por omisión del deber de socorro, ya que abandonó el escenario del crimen sin prestar ayuda a la víctima, que estaba "agonizando".

El escrito de acusación del Ministerio Público señala que el presunto asesino, Abdesalem B., alias Anás, y los otros tres imputados se desplazaron ese día desde Madrid para cerrar un negocio de compra-venta de hachís en el que la víctima, Abdelaziz Ben T. Ch., de 35 años, iba a actuar de "intermediario".

El fiscal explica que el acusado consideraba, no obstante, que la labor que había desarrollado la víctima era "engañosa, desleal y contraria" a las órdenes que le había impuesto, lo que desembocó en que la operación de tráfico de hachís no pudiera cerrarse y decidiera acabar con su vida. Para ello, Abdesalam B. concertó una cita con la víctima sobre las 19:00 del 23 de octubre de 2008 en la explanada de unos aparcamientos que hay entre la avenida de Kansas City y la avenida del Greco. A ese encuentro acudieron los otros acusados, aunque según el fiscal desconocían las "ulteriores intenciones" de Anás, quien nada más llegar, inició una discusión con la víctima. En el transcurso de esa discusión y en una acción que se produjo "de repente" y "por sorpresa", el acusado sacó una navaja de fuerte consistencia con la que le asestó a la víctima una puñalada en el muslo que seccionó la arteria y la vena femoral. Abdelaziz Ben T. Ch., al que llamaban con el apodo de Rachid, murió de forma inmediata, desangrado.

La agresión se produjo, según el escrito de conclusiones provisionales de la acusación pública, "sin que la víctima tuviera posibilidad de defenderse". Tras el crimen, el presunto asesino y los otros implicados se dieron a la fuga, siendo detenidos varios días después por la Policía.

La Fiscalía imputa a Ángel Luis R. C. y a Imad A. un delito de encubrimiento, por el que reclama una condena de dos años de prisión, mientras que al último acusado, Issam E., se le pide una multa de 2.160 euros por omisión del deber de socorro, dado que la Fiscalía entiende que "abandonó el lugar de los hechos, sin prestar ayuda a la víctima agonizante, ni esperar a la llegada de la Policía para denunciar lo sucedido e identificar al responsable".