El accidente que ha tenido lugar esta madrugada en un control de tráfico a la altura de Los Palacios ha conmocionado a la provincia, siendo el segundo más grave que se produce en Sevilla en lo que va de siglo. El accidente se ha saldado con seis fallecidos después de que el conductor del vehículo perdiera el control del mismo tras realizar una maniobra.

El camión perdió el control y arrolló a las personas y vehículos que había en el operativo de control en el momento del accidente, dejando múltiples destrozos y un escenario terrible. El comandante jefe del subsector de Tráfico de Sevilla, Rafael Jiménez Onetti, se ha referido al siniestro como "lo más terrible" que ha tenido que ver en sus casi cuatro décadas de carrera profesional.

Jiménez Onetti destaca también la visibilidad que suelen tener este tipo de dispositivos, que se encuentran delimitados y bien señalizados para poder ser vistos incluso durante la noche. "Normalmente  en la Guardia Civil estamos muy habituados a este tipo de controles, más aún en una vía rápida como ésta. Se coloca la señalización correcta y luminosa para advertir del control, es lo habitual en la Guardia Civil", explica.

Dos de los fallecidos y varios heridos son guardias civiles

De las seis personas que han fallecido esta noche en la autovía AP-4, dos eran agentes de la Guardia Civil, mientras que los otros cuatro eran civiles que se encontraban en el control en el momento del siniestro.

Los fallecidos son miembros del Grupo de Acción Rápida (GAR) de la Guardia Civil, el cabo primero Eneko Lira, de 37 años y natural de Baracaldo, y el guardia Juan Jesús López, de 34 años y de El Ejido. 

Además de los cuatro fallecidos, el siniestro ha provocado cinco heridos, entre los que hay también agentes de la Guardia Civil que se encontraban en el control. Los tres heridos más graves serían también agentes del GAR y han sido trasladados a diversos hospitales sevillanos, entre ellos el Virgen del Rocío.

El Grupo de Acción Rápida se encuentra integrado en la Unidad de Acción Rural (UAR) de la Guardia Civil, con base en Logroño. Se habían desplazado desde La Rioja como refuerzos en la lucha contra el narcotráfico en Andalucía.