"La pandemia ha demostrado el enorme valor de la ciencia"
Manuel Pérez | Presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Sevilla
El presidente de los farmacéuticos sevillanos ofrece las claves de la red de farmacias, cuyo modelo ha logrado, con éxito, prestar un servicio esencial desde el inicio de la crisis sanitaria
–¿Qué debemos aprender de la crisis sanitaria?
–Esta crisis es una oportunidad para mejorar nuestro sistema sanitario, mediante un uso más racional del farmacéutico y una integración más efectiva de la farmacia dentro del sistema sanitario. En esta segunda oleada, la farmacia puede ser un sensor epidemiológico y un puntal en la estrategia de vacunación.
–Los contagios siguen creciendo, ¿se ha bajado la guardia?
–Qué duda cabe de que ha faltado concienciación. La conducta ha sido muy diferente por parte de quien haya vivido una experiencia cercana traumática. Durante la primera oleada los medios de comunicación no mostraron, por lo que los no vimos apenas, imágenes de la tragedia y muchos jóvenes llegaron al final del confinamiento sin saber de la pandemia más que por los datos. Ahora el Ministerio de Sanidad ha rectificado y ha puesto en marcha una campaña que muestra las imágenes del dolor que ha causado la covid19. Con los accidentes de tráfico, ese tipo de estrategias funcionó.
–En la desescalada, ¿se han cometido errores?
–Entre las comunidades autónomas se produjo una especie de carrera por ver quién era la primera en conseguir la desescalada, y quizás eso fuera traducido por la población como que el riesgo había desaparecido. Pero el riesgo estaba ahí y ahora estamos pagando la factura.
–La red de farmacias sevillana es un pilar, ¿cómo se prepara para la segunda ola?
–Las farmacéuticos estamos preparados para asumir nuevas funciones que permitan descargar hospitales y centros de salud, tanto en materia de prevención y detección precoz como en materia de vacunación, cuando llegue el momento. Ya durante la primera oleada, la farmacia demostró que es un activo que puede y debe ser aprovechado para mejorar la resistencia del sistema sanitario.
–¿Cómo?
–Me siento particularmente orgulloso del trabajo realizado con pacientes mayores, crónicos y colectivos vulnerables, ámbito en el que pudimos reforzar nuestra aportación gracias a cambios regulatorios que permitieron una mayor integración de la farmacia dentro del sistema. Así, por ejemplo, pudimos ocuparnos de la entrega de la medicación y de otros productos prescritos en los domicilios de los pacientes frágiles y con problemas de movilidad.
–A nivel hospitalario, ¿también han colaborado?
–De acuerdo con la administración sanitaria, los farmacéuticos sevillanos pudieron dispensar medicamentos hospitalarios, a fin de que los pacientes no tuvieran que ir a los focos de mayor riesgo de contagio. Creo que ese es el camino. Estamos preparados para asumir nuevas funciones y colaborar de forma más intensa en la contención de la pandemia. No quiero ni imaginar cómo hubiera sido la primera oleada sin el concurso de los farmacéuticos como sanitarios de primera línea.
–Los niños han vuelto a las aulas, ¿qué consejos se ofrecen desde la farmacia?
–Los colegios son entornos más protegidos que la calle, y por tanto lo que más debería preocupar a las familias es lo que ocurre fuera de los centros educativos. Se están tomando muchas precauciones para evitar los contagios, y los datos que tenemos ahora mismo son de hecho muy asumibles.
–¿Cómo colabora la farmacia?
–Aportamos todo lo que podemos, colaborando, en información a las Asociaciones de Madres y Padres (Ampas) y equipos docentes que lo solicitan. Hemos firmado, por ejemplo, un convenio con el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra y en estas semanas los farmacéuticos de la localidad están impartiendo de forma desinteresada totalmente sesiones formativas en todos los centros educativos del municipio.
–Las boticas son el primer escalón de la asistencia, ¿cómo describe su papel?
–Le aportaré algunos datos de una reciente encuesta realizada por GAD3 para el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos. Durante el mes de confinamiento, las más 22.000 farmacias españolas y sus más de 54.000 profesionales han prestado asistencia a más de 30 millones de personas. 2,2 millones de españoles recibieron atención telefónica por parte de su farmacéutico; y 850.000 ciudadanos atención farmacéutica domiciliaria, especialmente mayores de 65 años. Más del 90% de la población ha reconocido como esencial el servicio público prestado por las farmacias durante la crisis del coronavirus.
–Los farmacéuticos están en primera línea desde el principio, ¿se han producido muchas bajas por la covid entre ellos?
–Los datos que tenemos tras los test realizados en el propio Colegio de Farmacéuticos hablan de una afección mínima; no obstante lo exiguo de los números, se ha producido el 17% de positivos entre los titulares de farmacia en los test de IG; el 12% en los farmacéuticos adjuntos; y el 11% en auxiliares.
–Los primeros momentos de la pandemia fueron muy duros.
–Por desgracia al principio de la pandemia nos sentimos bastante desprotegidos y olvidados; y nos tuvimos que buscar nuestro propio material de protección en unos momentos muy complicados. Luego la Administración rectificó, y creo que nuestras autoridades sanitarias son conscientes de la necesidad de proteger a los farmacéuticos como profesionales sanitarios imprescindibles en esta crisis.
–El coronavirus ha mostrado la vital importancia de apostar por la investigación, ¿qué opina?
–Se está realizando un esfuerzo sin precedentes para tener la vacuna en un plazo realmente récord. La pandemia ha demostrado el enorme valor de la ciencia y que cada euro que se invierta en investigación merece la pena. Y en este esfuerzo suman todos: los actores públicos y privados.
–Se avecina un otoño-invierno inquietante ¿se han reforzado los stocks de las boticas para evitar desabastecimientos?
–Al margen de las mascarillas, que no son un medicamento y cuya falta ha sido un problema mundial, lo españoles no han tenido ningún problema para acceder al medicamento que necesitan. De hecho, en la encuesta a la que le he referido, el 94% de los españoles afirma no haber tenido ningún problema de desabastecimiento en sus farmacias.
–Un logro en tiempos difíciles.
–Es un gran logro, posible gracias a nuestro sistema de distribución farmacéutica, basado en cooperativas que son propiedad de los propios farmacéuticos, y que garantiza el acceso al medicamento en las mismas condiciones en cualquier punto de España; con independencia del lugar de residencia, del entorno rural o urbano y del nivel de renta.
–La farmacia española tiene un modelo sólido.
–Creo sinceramente que esta crisis ha reforzado la percepción social sobre el modelo español de farmacia y el valor que tiene disponer de una farmacia junto a nuestros domicilios, donde sé que voy a tener el medicamento que necesito y el consejo de un profesional experto en él.
–¿Cómo puede crecer el papel del farmacéutico?
– Solo hace falta voluntad política para permitirlo, y para aprovechar esta experiencia en nuevos cambios que permitan una mayor integración de la farmacia en las estrategias y políticas de cribado, prevención, detección precoz y educación para la salud.
La vocación de servicio público como motor
La principal motivación de Manuel Pérez, al frente del Colegio de Farmacéuticos de Sevilla, es su vocación de servicio público. Desde siempre, Manuel Pérez se ha implicado de manera personal con un sector especialmente vulnerable, los afectados por las enfermedades raras. En 2010 creó la Fundación Mehuer, si bien la labor del Colegio de Farmacéuticos en enfermedades raras viene de mucho antes. Entre otros proyectos se siente muy entusiasmado con el próximo 80 Congreso Mundial de Farmacia y el 22 Congreso Nacional de la profesión que se celebrará en Fibes. Natural de Osuna, Manuel Pérez dirige desde hace 40 años una farmacia en el centro de Sevilla, donde su hija Ángela también ejerce como farmacéutica, siguiendo sus pasos. Amante del campo regresa cada vez que puede a su Osuna natal, donde ha sido reconocido como ursaonense del año en 2001.
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