De paseo por la ciudad de la copla
calle rioja
Cantera. Dos llenos consecutivos en el ciclo que el teatro Quintero dedica a recorrer Sevilla en el 'mapa' de las canciones con un espectáculo presentado y producido por Pive Amador
JUNTO a los camerinos del teatro Quintero hay una foto del propietario de este teatro, el antiguo cine Pathé, con Felipe González. Era el presidente del Gobierno cuando nacieron cuatro de los cinco intérpretes que durante tres miércoles seguidos presentan en este escenario de la calle Cuna el espectáculo Sevilla en las coplas, una idea que presenta y produce Pive Amador.
Álvaro Hernández, sevillano, y Nazaret Compaz, de Ceuta, nacieron en 1985. Patricia del Río, de Castilleja de la Cuesta, y Verónica Rojas, gaditana de San Roque, son de la cosecha de 1988. La única excepción es Inma de Herves. Nació en Huelva en 1974. Felipe estaba en la clandestinidad y el timón del Vaticano lo llevaba Pablo VI, mientras que cuando nacieron sus cuatro compañeros de elenco ya ocupaba Juan Pablo II la cátedra de San Pedro. Contexto pontificio inevitable ya que el segundo miércoles del programa, el pasado día 13, cuando se preparaban para salir al escenario el apellido Bergoglio empezó a llegar hasta los confines más remotos del planeta.
Inma de Herves es la decana del quinteto, pero también la más rompedora. "Es filóloga y fue Miss Huelva", dice Pive Amador. Jesús Quintero, más Quintero que nunca, le abrió las puertas de su teatro a León y Quiroga. "Hay momentos en los que parece que estoy en el teatro San Fernando", dice el propietario del teatro para delirio del público que llena el patio de butacas. "El primer día las entradas se agotaron en una hora", según Pive. Quintero hace un inventario de los teatros que cerraron en Sevilla. En todos ellos se escucharon las canciones que después iban a defender estos jóvenes intérpretes, de la cantera artística de Se llama copla. "Y dicen que el teatro es un templo de la cultura".
Como homenaje indirecto al pontífice argentino, el repertorio lo inició Inma de Herves con la canción La cruz de mayo, compuesta en 1921 por Salvador Valverde y Manuel Font de Anta. El primero murió en el exilio, el segundo en plena guerra civil. Valverde fue antes que Quintero integrante del trío original que completaban León y Quiroga. Nació y murió en Buenos Aires, emigrante y exiliado a la vez, y su legado se recuerda con una placa que Ignacio, el librero de viejo de la plaza de los Terceros, colocó en su establecimiento. La canción La cruz de mayo que compuso con Font de Anta, autor de la marcha Amargura, dio lugar a una película con el mismo nombre que Gracia de Triana protagonizó en 1957.
Triana, el Altozano, la Feria del Prado, la Macarena, el Patio Banderas, la Maestranza, el barrio de Santa Cruz. El criterio de selección de las coplas obedecía a la presencia en las mismas de lugares de Sevilla, aunque en ninguna de esas canciones aparece el nombre de la ciudad en el título. Como Cernuda en Ocnos o Alfonso Grosso en Florido Mayo. La innombrable omnipresente.
El servicio de documentación de Sevilla en las coplas es de Pive Amador. "Yo también canto, pero rock&roll", dice al auditorio, que lo conoce como jurado del programa televisivo mucho más que por su faceta de mánager, letrista y batería del simpar Silvio.
De Triana al Altozano con Puerto camaronero, cantada por Patricia del Río. Un trabajo conjunto de Antonio García Padilla, conocido con el sobrenombre de Kola y padre de Carmen Sevilla, y Juan Mostaza, autor que murió con 35 años en 1938, el mismo año que Estrellita Castro interpretó esa canción en la película El barbero de Sevilla que rodó en Alemania. La patria del Papa saliente. En la de su sucesor, Argentina, rodó Concha Piquer en 1940 la película Me casé con una estrella en la que canta No te mires en el río, la tristísima copla de León y Quiroga que cantó en el teatro Quintero Verónica Rojas.
Con el atlas musical de Pive Amador se asiste a un aggiornamento de estas canciones que le daban alegría a unos tiempos muy difíciles. Igual que Martirio hizo una versión de Dicen, pasodoble unido a Juanita Reina que interpreta Álvaro Hernández, de Rocío, escrita por León y Quiroga, una de las coplas más populares en los dos bandos de la guerra, existe una versión de Andrés Calamaro, ex solista de Los Rodríguez, cómplice de Sabina y compatriota de Bergoglio.
Coplas sevillanas con trasfondo muy andaluz. El gaditano Salvador Guerrero y el cordobés Carlos Castellano compusieron Al pie de la cruz de mayo, punto de encuentro de una juventud que no conocía más redes sociales que los bancos de pesca del puerto camaronero. Canción que recrea Nazaret Compaz de los autores de El cordón de mi corpiño con la que Antoñita Moreno tuvo que burlar los rigores de la censura.
El miércoles 20 es la última oportunidad de ver en escena en el Quintero al quinteto que recupera voces añejas desde Marifé de Triana a Pastora Soler, desde Manolo Caracol a Carlos Cano.
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