Las salchichas y otros alimentos llenos de clavos y objetos punzantes que se han dejado en el parque canino del Parque de la Rosaleda de Sevilla han despertado las alarmas de los dueños de estos animales. No es la primera vez que se utilizan este tipo de elementos para causar un grave daño que podría llegar a terminar con la vida del animal. 

Así lo confirma Francisco Sánchez Castañeda, vicesecretario del Colegio Oficial de Veterinarios de Sevilla, quien ha explicado a Diario de Sevilla que el daño principal se puede provocar vía digestiva, causando lesiones al pasar por el esófago y, principalmente, al llegar a estómago e intestino, donde podría perforar la mucosa y causar una peritonitis. "Si la perforación con un clavo es grave puede causar la muerte del perro", indica el experto. Además, recalca que "estos cuerpos extraños pueden hacer el mismo daño ya sea un perro de tamaño grande o pequeño". 

Además de clavos u objetos punzantes, el veterinario señala que también se utilizan chinchetas e incluso anzuelos que se mezclan con alimentos para atraer al animal. También se han encontrado productos anticoagulantes como veneno para ratas en parques y plazas donde se suele pasear a los perros.

¿Qué hacer si mi perro se come un objeto punzante? 

Francisco Sánchez Castañeda recalca que, en caso de la mascota ingiera un cuerpo extraño sin querer, lo principal es acudir rápidamente a la clínica veterinaria. La importancia de esta premura radica en que, en algunos casos, se puede extraer el objeto con una endoscopia sin necesidad de practicar una cirugía.

Por otro lado, en caso de que que ingieran veneno, los profesionales tendrían que proceder a realizar lavados gástricos o un tratamiento de carbón activo.

¿Cuál es la polémica?

Vecinos de las zonas colindantes y usuarios del reciente parque canino del Parque de la Rosaleda han denunciado este jueves la presencia de alimentos con "agujas o alfileres, clavos y objetos punzantes, arrojadas de forma totalmente intencionada y con la finalidad de, no solo evitar que la zona delimitada para el esparcimiento canino sea utilizada por el resto de vecinos y usuarios del parque". Añaden que los alimentos están siendo arrojados tanto dentro como fuera del parque canino.

Estos hechos se han denunciado ante la Policía por un posible delito contra los animales, tipificado en el art. 340 bis del Código Penal, cuyas penas podrían llegar de entre los 3 y 18 meses de prisión más cuantiosas multas.