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Educación

La proliferación de pisos turísticos y hoteles en el Casco Antiguo de Sevilla vacía las aulas

El colegio público San Isidoro, en la céntrica calle Mateos Gago.

El colegio público San Isidoro, en la céntrica calle Mateos Gago. / Juan Carlos Vázquez

Los efectos de la proliferación de los pisos turísticos y hoteles en el centro de Sevilla capital empiezan a dejarse notar en los colegios. El periodo de solicitud de plazas en los centros públicos y concertados se ha saldado con 154 vacantes, una cifra que no se recuerda desde hace décadas. Aunque la bajada de la natalidad también influye, directores y padres de alumnos consideran que el principal motivo de la caída de la demanda obedece a la marcha de los residentes a otras zonas de la ciudad e, incluso, al área metropolitana, ante el encarecimiento de los alquileres y el cambio de uso de los inmuebles para alojar a visitantes. 

"Nunca antes nos había pasado". Quien realiza esta afirmación es una trabajadora de las Salesianas de San Vicente, un colegio concertado situado en pleno centro de Sevilla y en el que todas las primaveras había lista de espera para matricularse. La situación este año ha cambiado por completo. "La oferta no se ha cubierto", señala esta empleada, que asegura que no recuerda tal situación en los años que lleva de servicio. El colegio ofrece 50 plazas para el curso de entrada en el segundo ciclo de Infantil, a los tres años de edad. Se trata de una etapa no obligatoria, pero con la que se garantiza un puesto escolar para el resto de niveles. En el Colegio de las Mercedarias, también concertado y situado en la antigua judería, han quedado plazas libres. Sólo se han recibido 21 solicitudes para 25 puestos. Hacía también bastante tiempo que la oferta no se cubría. 

La situación no difiere mucho en los públicos. En los Altos Colegios de la Macarena, por ejemplo, se han quedado libres ocho plazas en Infantil de tres años. En el Huerta de Santa Marina la demanda sí ha superado la oferta, pero por la mínima: 51 peticiones para 50 plazas, cuando años atrás este desfase era mucho mayor y obligó a la comunidad educativa a solicitar más aulas. Un dato importante apuntan desde dicho colegio: buena parte de estas solicitudes no viene del Casco Antiguo, sino de familias empadronadas en distritos colindantes (a las que también se les da puntos), como la Macarena. 

En el CEIP Jardines del Valle también ha quedado ajustada la oferta con la demanda, 25 solicitudes para 25 plazas. Y en el Sor Ángela de la Cruz, al igual que el Santa Marina, 51 peticiones para 50 puestos, cuando en dicho centro los desfases llegaban a duplicar las plazas presentadas. En todo el Casco Antiguo han quedado sin ocupar 154 plazas de Infantil de tres años, lo que equivale a una cuarta parte vacante de la oferta del distrito educativo, que ha sido de 625

Los motivos

¿A qué obedece esta acentuada caída en la demanda, hasta hace años impensable? Bien es cierto que la bajada de la natalidad influye bastante, una tendencia de la que no escapa ningún distrito educativo de la ciudad y por la que la Consejería de Educación ha presentado 500 plazas menos para la escolarización del curso 2022/23. Pero en el caso del centro de Sevilla, el principal motivo al que apuntan los directores de colegios y presidentes de AMPA es a la "turistificación" que sufre el Casco Antiguo los últimos años y que parece haberse agudizado tras dejarse atrás la etapa más restrictiva de la pandemia del Covid.  

"La proliferación de pisos turísticos y hoteles ha expulsado a los antiguos residentes. Nos estamos quedando sin familias y, por tanto, sin niños", asevera una de las responsables del CEIP Jardines del Valle, que, no obstante, hace una salvedad. "Los únicos barrios que resisten son los de la zona norte, donde aún predomina el uso residencial de las viviendas", apunta. Una excepción que se evidencia en los colegios situados en dicho enclave. Excepto los Altos Colegios de la Macarena, todos los públicos han conseguido completar la oferta. "La principal bajada se ha registrado en los concertados", añade. 

La zona más perjudicada por la falta de menores se detecta en el entorno próximo al enclave monumental. El ejemplo más claro se localiza en la calle Mateos Gago. Aquí hay dos colegios que se llaman igual, San Isidoro. Uno es concertado y su titular es el Arzobispado. Ha recibido 16 solicitudes para 25 plazas, una demanda que ha bajado de forma considerable respecto a otros años. En el público, marzo ha concluido con un resultado alarmante, pues sólo se han recibido cuatro peticiones para 25 puestos

La presidenta del AMPA de este colegio, Eliana Rodríguez, habla de un "problema" al que se enfrentan los colegios de un Casco Antiguo "cada vez más lleno de turistas y de menos sevillanos". "Nosotros somos los más perjudicados por estar cerca de la zona monumental", señala Rodríguez, que abunda en que "muchas familias que vivían cerca se han ido a barrios más alejados porque los caseros les han subido el alquiler para que abandonen los pisos y así poder alojar a visitantes ocasionales, o porque directamente los han convertido en pisos turísticos". 

Temor a posibles cierres

El principal temor que tienen ahora estos padres es que la Junta de Andalucía les acabe cerrando el colegio por falta de demanda. "La del año pasado, cuando se llenó una clase, puede que sea la última generación de alumnos del San Isidoro" , lamenta esta madre, que, como otros responsables de centros educativos consultados por Diario de Sevilla, proponen que se baje la ratio (número de estudiantes por clase) para mejorar la calidad de la enseñanza y también evitar los cierres. 

"La consejería ha de tener en cuenta que esta situación puede ser transitoria y que dentro de unos años, cuando el 'boom' turístico pase, la población vuelva al centro y hagan falta de nuevo colegios", advierte Rodríguez, que incide en que la bajada de la demanda de este año es "inusual", pues actualmente hay una clase de sexto de Primaria con 26 alumnos, una cifra por encima de la ratio permitida, ya que el CEIP San Isidoro acoge a muchos menores de escolarización sobrevenida a lo largo del curso. 

Lo que está claro es que estas cifras suponen un claro aviso de una tendencia que, en el Casco Antiguo, está empezando a dejar vacías las aulas por falta de niños. Una gentrificación -de la que se viene avisando mucho los últimos años- y que ya es palpable en los colegios.