Sevilla acogió este martes la concentración más multitudinaria de Andalucía contra la decisión del Gobierno español de apoyar el plan de Marruecos que ofrece una autonomía al Sahara, en vez del referéndum por la autodeterminación que figura desde la primera resolución de la ONU sobre un conflicto que empezó hace cerca de 50 años.

Varios centenares de personas secundaron la convocatoria de  la Asociación Ardi Hurra (Diáspora Saharaui de Sevilla), la Delegación de la República Árabe Saharaui Democrática en Andalucía y la Asociación de Amistad con el Pueblo Saharau en Las Setas de la Encarnación al grito de "Sánchez, atiende, el Sahara no se vende" o "Sahara libertad, Polisario vencerá".

Durante la protesta, la Asociación de Amistad con el Pueblo Saharaui recordó a Sánchez que "la mayoría del pueblo español ha manifestado siempre su solidaridad con el pueblo saharaui y el derecho de decidir que quieren ser", de forma que este cambio de opinión "muestra una disociación" entre lo que piensan los ciudadanos y lo que piensa el Gobierno.

Por su parte, la Federación de Asociaciones Solidarias con el Sáhara de Andalucía (Fandas) recalcó que la decisión del Gobierno "no representa al pueblo español cuando reconocen la propuesta de autonomía presentada por Rabat como la base más seria, realista y creíble para la resolución del conflicto".

En esta línea, añadieron los convocantes, que la sociedad española "sabe perfectamente lo que hay detrás de esa propuesta", ya que "Rabat esconde la intención de eliminar sistemáticamente la identidad del pueblo saharaui", como "históricamente viene realizando en los territorios ocupados con continuas violaciones a los derechos humanos, torturas a activistas, persecución a medios de comunicación e impidiendo el trabajo de ONG en la zona".

La Federación ha criticado que el Ejecutivo central haya "abandonado la posición de neutralidad en el conflicto", dejando atrás "cualquier intención de hacer cumplir la legalidad internacional y las resoluciones de las Naciones Unidas, escondiéndonos una vez más de nuestra responsabilidad como potencia administradora del Sáhara occidental" y "negándole su derecho de autodeterminación".