El museo taurino de la Maestranza aumenta su patrimonio pictórico

Las nuevas salas incluyen obras del siglo XIX que influyeron en la iconografía sobre la tauromaquial Museo taurino Plaza de toros de la Real Maestranza de Sevilla. Lugar: Paseo de Colón, 12. Horario: De 9:30 a 19:00, incluido festivos; a excepción del día de Navidad. Precio: 5 euros; a partir del próximo 1 de enero, 6 euros; jubilados, 4 euros y niños, entre 7 y 11 años, 2 euros.

El museo taurino de la Maestranza aumenta su patrimonio pictórico
Luis Nieto

30 de diciembre 2008 - 05:03

Cuando hemos entrado en el invierno, lejos del sol, los trajes de luces y las ovaciones, la plaza de toros de la Maestranza también tiene una vida palpitante en su interior. En lugar de la lidia en el ruedo, el visitante puede disfrutar de otro espectáculo en su Museo Taurino. Un espectáculo para la vista y la sensibilidad contemplando numerosas obras artísticas, desde pintura a piezas artesanales, pasando por esculturas.

En su oferta, el museo taurino de la Real Maestranza acaba de estrenar nuevas salas que ha nutrido preferentemente con importantes obras pictóricas, grabados y dibujos de artistas de primer orden como Goya, Carnicero, Roberto Domingo, Fortuny, José Elbo, Benlliure, Blanchard, Stradan, Fernández Noseret, Adam, Perea, Ferrant, Gail, Doré o Gutiérrez de la Vega, así como piezas del imaginario taurino (pequeñas esculturas, abanicos y libros). Bajo las bóvedas que sostienen los tendidos de la singular plaza sevillana -donde hasta hace un par de temporadas estuvo ubicada la enfermería-, un paseo por las obras de estos grandes maestros supone la rememoración de la tauromaquia en muy distintas facetas, desde suertes de la lidia hasta retratos.

Entre otras tauromaquias nos encontramos con doce grabados de Francisco de Goya; la Colección de principales suertes, de Antonio Carnicero, realizada en 1790 y que influyó enormente en el resto de pintores; la Colección de principales suertes de una corrida de toros, grabados al aguafuerte sobre cobre, de Luis Fernández Noseret, alumno de la Real Academia de San Fernando. También nos encontramos con dos curiosas estampas de la Tauromaquia, de Edward Orme (Londres, 1813). El visitante tendrá ante su vista uno de los grandes tesoros para los aficionados: grabados coloreados a mano de la primera edición de La Tauromaquia o arte de torear, de José Delgado Pepe-Hillo (1804).

Entre otras obras significativas se encuentra un lienzo de Carmen Laffón en homenaje al banderillero El Coli, herido mortalmente en 1964 en la plaza de Madrid o un retrato anónimo de Costillares, de finales del XVIII. Y si en nuestros días Jesulín de Ubrique, torero de masas, es objetivo de los medios de comunicación, junto a su familia, en su tiempo Francisco Montes Paquiro (1805-1851) era tratado y retratado como héroe legendario. Así, en el museo podemos disfrutar del retrato original Montes y su mujer (1840), de José Elbo, en el que Paquiro aparece junto a su esposa y que ha sido representado hasta la saciedad. Del pintor jiennense también cuelgan en las nuevas galerías del museo taurino un par de escenas con vacadas en el campo, ambos lienzos, datados en 1830, más llamativos. Se trata de Un apartado y Toros cruzando el río.

Entre las obras más apreciadas se exhiben varios grabados de Goya. El visitante podrá disfrutar, entre otros, del aguafuerte Valor varonil de la célebre Pajuelera en la plaza de Zaragoza, datado en 1816, aguatinta bruñido. Nacida en Valdemoro (Madrid), Nicolasa Escamilla La Pajuelera -así llamada porque vendía antorchas o pajuelas de azufre-, derrochó un valor asombroso por las principales plazas de toros. Una tarde destacó en Zaragoza, donde picó y lidió un toro ante la atenta mirada de Goya, quien la inmortalizó en esta estampa, número 22 de una colección de 33, integrada en su extraordinaria Tauromaquia.

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