Arranca la temporada alta de los robos en viviendas

Las mafias croata y georgiana se desplazan a Sevilla cada verano para desvalijar pisos

A los delincuentes del Este hay que añadir los autóctonos, como la banda del rey Gaspar

Los robos en domicilios bajaron un 6% en el primer trimestre del año

Arranca la temporada alta de los robos en viviendas
Arranca la temporada alta de los robos en viviendas / Rosell

La captura de tres mujeres integrantes de la mafia croatamafia croata en la A-49, cuando huían de Sevilla, ha vuelto a poner de manifiesto la actividad de bandas organizadas y especializadas en el robo de domicilios que operan con frecuencia en la capital andaluza. En los últimos años, la Policía Nacional ha desarrollado varias operaciones contra organizaciones croatas y georgianas, que funcionan como verdaderas mafias y que están especializadas desde hace años en los robos masivos de viviendas.

El verano que acaba de empezar es precisamente una de las épocas más activas para estos grupos de delincuentes, que siempre tratan de entrar a robar en casas vacías. Para ello se suelen asegurar de que los moradores o inquilinos están pasando unos días fuera de la ciudad. Lo hacen mediante alguna vigilancia o colocando elementos que les sirvan de testigos. Los georgianos, por ejemplo, suelen poner una pequeña pieza de plástico en la ranura de la puerta y volver al día siguiente. Si la pieza sigue en su sitio, será señal de que no hay moradores y tratarán de entrar. Si la pieza se ha caído, interpretarán que alguien ha entrado o salido de la vivienda en las últimas horas, y buscarán otro lugar en el que robar.

La última operación contra la mafia croata se produjo hace un par de semanas. Fue fruto de la vigilancia de la Policía Nacional para prevenir los robos en domicilios. Un dispositivo camuflado del Grupo Primero de Robos de Sevilla detectó la presencia de tres chicas jóvenes que podían estar buscando objetivos para robar en Triana, uno de los barrios en los que ya habían operado antes. De hecho, se les pudo imputar dos robos cometidos en Sevilla a finales de abril, uno en Triana y otro en Sevilla Este, de donde sustrajeron principalmente joyas y dinero.

Una de las integrantes de la mafia croata detenida en la A-49.
Una de las integrantes de la mafia croata detenida en la A-49. / DGP

Dos de ellas accedían al interior de un edificio, mientras que la tercera se encargaba de llamar a los telefonillos. Probablemente porque se percataran de la presencia policial, las jóvenes croatas se subieron al coche que habían alquilado y se marcharon por la A-49 en dirección Huelva. La Policía las siguió y terminó dándoles alcance en el kilómetro 94 de la autovía, ya en la provincia onubense. Las tres detenidas son tres jóvenes de 18, 21 y 28 años, dos de las cuales tenían ya antecedentes en España por hechos similares. En esas ocasiones anteriores habían utilizado identidades distintas.

En el maletero del coche se intervino una caja de herramientas y diversos útiles para cometer robos. En el caso de la mafia croata, la mayoría de las integrantes son mujeres y están especializadas en la técnica del resbalón. Este método consiste en el uso de un trozo de plástico para vencer el pestillo de la cerradura cuando ésta no tiene las vueltas de llaves echadas. En ese caso, suelen recurrir al método del apalancamiento, que consiste en hacer palanca en diversos puntos de la puerta mediante destornilladores de grandes dimensiones.

Las tres sospechosas habían alquilado el coche por un periodo de 18 días, por lo que la Policía cree que no había ninguna célula de la mafia croata asentada definitivamente en Sevilla. Estos grupos de delincuentes suelen ser itinerantes y roban en distintas ciudades de forma masiva y por periodos cortos. Están una o dos semanas en Sevilla, entran en numerosos pisos y se marchan pronto a otra ciudad, antes de que la Policía pueda completar sus investigaciones. Si las identifican, estarán ya en otro lugar y será más difícil detenerlas.

Sin embargo, sí conocían Sevilla porque habían robado en dos pisos en abril, coincidiendo con otro periodo vacacional como es el de las fiestas de primavera. Los investigadores creen que estuvieron en Sevilla a finales de ese mes, se marcharon y habían vuelto ahora para iniciar la campaña de verano. Sus arrestos abortaron a buen seguro varios robos en domicilios, si bien quedaron en libertad y no es descartable que, pasado un tiempo prudencial, vuelvan a actuar.

En los últimos años ha habido varias operaciones contra las delincuentes croatas en la capital andaluza. En mayo de 2021 fueron detenidas dos mujeres que estaban iniciando una campaña de robos en toda España. Habían sustraído una caja fuerte de un piso de la avenida de Luis Montoto, en Nervión. En febrero de 2019, la Policía desmanteló una célula asentada en Sevilla que había desvalijado varias viviendas, también en Nervión. Más atrás en el tiempo hubo una operación importante en 2010 en Los Remedios, donde una banda de croatas asaltó al menos ocho pisos.

Las estadísticas más recientes de criminalidad apuntan a una bajada de los robos en viviendas en Sevilla. En los primeros tres meses de 2022 se registraron en la capital 157 delitos de este tipo, mientras que en el mismo periodo del año anterior hubo 167. Son diez casos menos, lo que traducido a porcentajes supone una bajada del 6%. Las cifras se mantienen muy por debajo de las anteriores a la pandemia del covid-19.

En la provincia, se notificaron 589 robos, por 606 del año anterior, lo que significa una caída del 2,8%. Estos datos están extraídos del último balance de criminalidad, correspondiente al primer trimestre de 2022, hecho público recientemente por el Ministerio del Interior.

Los georgianos, grandes especialistas

Aunque este año todavía no se ha detectado a ninguno en Sevilla, los grandes especialistas en los robos en viviendas son los georgianos. Al igual que las croatas, funcionan también como una mafia e incluso envían dinero a una caja común en su país. En los últimos años ha habido numerosas operaciones contra las bandas de ladrones de pisos procedentes de Georgia, que en el verano de 2014 llegaron a asaltar cientos de pisos en la capital andaluza.

Un policía nacional muestra las joyas y objetos recuperados a la mafia georgiana.
Un policía nacional muestra las joyas y objetos recuperados a la mafia georgiana. / DGP

Desde aquella gran redada de hace ocho años, la Policía Nacional ha detenido en Sevilla a más de 40 mafiosos georgianos. Raro es el verano en el que no se produce ningún arresto de algún integrante de esta organización. En agosto de 2021 fue detenido uno de los cabecillas de esta estructura delictiva, cargado de joyas y relojes sustraídos en viviendas de la capital andaluza.

El 31 de mayo había sido apresado en Irún con otros dos socios, cuando quería entrar en Francia en un coche con matrícula polaca, en el que escondía joyas, relojes y otros objetos procedentes de dos robos cometidos días antes en Sevilla. Quedó libre y, unos meses después, en agosto, volvió a ser arrestado en Sevilla por otros cinco asaltos a pisos, en la avenida Sánchez Pizjuán, 28 de febrero, en la calle Guadarrama y en dos viviendas de la calle Ali Al Gomari.

Bumping e impresioning

Para abrir las puertas, utilizaba sus propias ganzúas de fabricación artesanal. Antes de este sospechoso, la Policía ha detenido casi cada verano a varios ladrones de su misma nacionalidad que operaban en Sevilla. Los georgianos han alcanzado un alto nivel de sofisticación y son capaces de abrir cualquier puerta, por blindada o acorazada que sea. Dominan técnicas de cerrajería como el bumping o el impresioning.

Para el primer método los ladrones tienen que tener una llave de una determinada marca de cerradura. Esa llave ha de estar hecha con la posición más baja a la que llegan los pistones de la cerradura. Cuando se la golpea con un martillo u otro objeto, se separan los pistones de los contrapistones y se libera el giro de la llave.

El sistema del impresioning consiste en marcar las cerraduras mediante la introducción de un molde o señal en las mismas que permitiría, una vez vigilada y constada la ausencia prolongada de sus moradores, extraer un molde para fabricar con instrumentos de precisión de cerrajería una llave idéntica a la original a partir del mismo, que posibilitaría abrir la cerradura y entrar en la vivienda, desvalijándola. Lo único que el propietario de la vivienda notaría raro al llegar a su casa es que la puerta sólo estaba cerrada sin que le hubieran echado la llave.

Los ladrones en ley

El Grupo de Robos de Sevilla tiene una gran experiencia en la lucha contra la mafia georgiana. De hecho, suyo es un atestado del año 2014 en el que se hacía casi un tratado de cómo funciona esta organización. Fue a raíz de una gran operación en la que hubo 15 detenidos en la capital andaluza y otras localidades cercanas. Esta célula, la más importante desactivada hasta entonces, desvalijó más de 600 pisos en Sevilla durante aquel verano.

La mafia georgiana presenta una estructura piramidal o jerárquica, con diferentes niveles operativos. Por un lado, los dirigentes de mayor importancia, que se denominan a sí mismos kanonieri qurdi (ladrones en ley), ubicados en Georgia y quienes toman las principales decisiones operativas. En un segundo escalón están los smotryachi, que son los jefes o responsables nacionales.

En un tercer estrato se colocan los paleogenet, que son los mandos regionales. Todos estos tienen acceso a la caja común u obshchak. A ella están obligados a realizar aportaciones económicas todos los miembros de la organización, aunque sólo puedan hacer uso de la misma mediante autorización del jefe regional, que a su vez solicitaría permiso a los niveles superiores. Este dinero sirve para sufragar los gastos de alquiler, desplazamientos, manutención y, especialmente, los derivados del ingreso en prisión y fianzas.

En el escalón más bajo de la organización están los chestiorki o peones, algunos de los cuales son toxicómanos reclutados en Georgia. Viajan por diferentes países europeos provistos de pasaportes y documentos de identidad falsos, vehículos con matrículas de otros países y útiles de precisión adecuados para la apertura de cerraduras o fabricación de llaves falsas.

La operación Daytona de la Policía Nacional. / DGP

La red tiene su propio código de conducta, con normas entre las que se incluye el no trabajar y vivir sólo de lo obtenido mediante el robo, así como la obligación moral de apoyar a otros miembros de la organización moral y materialmente, mediante el uso de la caja común. Otros principios son mantener el secreto absoluto sobre sus cómplices y enseñar a los nuevos miembros el oficio. Como marca de identidad, los jefes llevan tatuajes de pertenencia que muestran estrellas de ocho puntas, un murciélago, la palabra lobo en ruso o la cruz ortodoxa en los dedos.

Aparte de croatas y georgianos, en Sevilla también hay ladrones autóctonos. El pasado mes de mayo, la Policía desmanteló una organización especializada en el robo con fuerza en domicilios, de la que formaba parte el dueño de una inmobiliaria de Triana. Era la banda del rey Gaspar, pues el empresario había salido de rey mago en la cabalgata del barrio en 2019. El gerente de la inmobiliaria suministraba información clave a un grupo de ladrones de Alcalá de Guadaíra, que luego materializaban los robos. Fueron detenidos in fraganti en la calle Castilla. Seis personas permanecen en prisión por estos hechos.

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