Un tetrapléjico reclama un millón a los dueños de la mula que causó un accidente
El animal se cruzó de forma inesperada en la carretera cuando circulaba con su coche de noche
Un juzgado de Utrera celebrará el próximo lunes el juicio contra los propietarios de una multa que provocó un accidente de tráfico en el año 2004 y en el que sufrió graves heridas el conductor de un turismo, que quedó tetrapléjico y que reclama una indemnización de casi un millón de euros a los dueños del animal.
El accidente tuvo lugar sobre las 19:55 del 29 de febrero de 2004, cuando la víctima, J. C. G., de 62 años, circulaba en su vehículo por la carretera A-362. El conductor, vecino de Algodonales (Cádiz), había pasado el fin de semana con su mujer y sus hijos, y se dirigía hacia Rociana del Condado (Huelva), para incorporarse a la campaña de recogida de la fresa. Cuando transitaba por el kilómetro 5,6, en el término municipal de Utrera (Sevilla), el vehículo impacto bruscamente contra una mula que se interpuso en su camino, sin poder evitar la colisión, que causó la muerte del animal y graves heridas al conductor del coche. El herido permaneció hospitalizado durante más de un año y, aunque salvó la vida, le quedaron importantes secuelas de por vida.
El abogado Fernando Osuna, que representa al demandante, recordó ayer que su cliente lleva desde entonces postrado en una cama y sufre problemas digestivos, circulatorios, respiratorios, y para su aseo necesita de la ayuda de una grúa hospitalaria, así como de constantes cuidados.
La familia ejerció inicialmente las acciones penales contra los propietarios del equino, pero hace seis años se celebró un juicio en el que los acusados fueron absueltos. La compañía aseguradora que cubría la responsabilidad civil de la mula aceptó indemnizar al conductor con 90.000 euros, el límite máximo de cobertura, pero el tetrapléjico reclama ahora otros 929.121,51 euros por los daños y perjuicios ocasionados.
El abogado señaló que,en el momento de la colisión, el conductor circulaba "de forma correcta y a una velocidad ajustada, sin que exista prueba que lo contradiga", según acredita el atestado de la Guardia Civil de Tráfico y la declaración de los testigos, sobre todo, otro conductor que presenció cómo se produjo el accidente.
Según los demandantes el siniestro tuvo lugar porque la mula se interpuso "repentinamente" en el carril y sentido de circulación del vehículo que conducía la víctima. El animal se hallaba transitando "sin control" junto a otra mula por el carril contrario, pero poco antes del accidente cambió "bruscamente" su sentido e invadió el carril del vehículo.
Fernando Osuna apuntó que el testigo presencial de los hechos, que circulaba en el sentido contrario, ha declarado que tuvo que frenar para evitar la colisión con un vehículo que le precedía y que circulaba lentamente, algo que se debía a que delante del mismo transitaban las dos mulas "sueltas y sin control". Unos segundos después observó las luces de un turismo que se acercaba en dirección contraria, que "no marchaba a mucha velocidad y justo cuando va a pasar junto a las mulas, una de ellas gira bruscamente, colocándose delante de dicho vehículo, cuyo conductor no puede evitar la colisión y se produce el accidente".
En el atestado consta una huella de frenada de 7,4 metros de distancia, y otra de 12,4 metros de desplazamiento del vehículo tras el impacto, y ambas huellas se produjeron al percatarse el conductor del peligro y tratar de evitar la colisión, sin disponer de tiempo suficiente para ello.
Para los demandantes, la única causa del accidente fue la aparición repentina de la mula en el sentido de circulación de la víctima, habiendo quedado probada la "causa, forma y consecuencias del accidente". En el juicio del próximo lunes acudirán el conductor que quedó tetrapléjico, así como diversos testigos, entre guardias civiles, médicos y hasta un veterinario.
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