Un hito de la antigua muralla que permanece olvidado y dejado a su suerte. La torre de Abdelaziz es unos de esos tesoros patrimoniales que tiene Sevilla muy a la vista pero que pasan completamente desapercibidos para los gobernantes y los ciudadanos. Enclavada en la Avenida de la Constitución esquina con Santo Tomás este ligero minarete está embutido entre dos construcciones modernas y pide a gritos una restauración. Esta actuación ha sido reclamada por el PP a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. En su respuesta, la consejera Rosa Aguilar recordó que el monumento, declarado Bien de Interés Cultural, pertenece al Ayuntamiento, aunque se comprometió a ponerse en contacto con él para "hablar de la torre y, lógicamente, señalarle algunas cuestiones". De eso hace un ya un año y la torre sigue igual.

En la reclamación elevada a la comisión de control por el parlamentario popular Jaime Raynaud argumentaba que la torre no sólo requería una limpieza, sino la necesidad de fomentar su importancia e incorporarla a los circuitos turísticos de la ciudad: "Esta torre es parte importante de la historia de nuestra ciudad, se trata de una construcción hexagonal que formaba parte de la muralla el Alcázar hoy desaparecida. Sin embargo, en estos momentos, no sólo se encuentra abandonada, sino que no cuenta con ningún tipo de señalización".

Aunque la consejera de Cultura mostró en su contestación su "sensibilidad plena y total" para cooperar con el Ayuntamiento y mejorar su situación, la torre de Abdelaziz permanece a día de hoy igual. En su superficie se pueden observar algunas pintadas, además de suciedad. Tampoco se ha colocado ningún panel explicativo que cuente la importancia histórica de este monumento ni su datación histórica y carece de iluminación. Muchas personas desconocen que es anterior a la Torre del Oro, aunque anteriormente se consideraba coetánea a ésta.

La torre debe su nombre al emir Abd-el-Aziz ibn Musa que residió en Ishbiliya entre el 714 y el 719 y constituía el vértice de una muralla palatina. Tras las excavaciones arqueológicas realizadas hace años en el Patio de la Montería y del Príncipe, se puso de manifiesto que esta torre formó parte del proceso de ampliación del Real Alcázar desde el punto de vista militar y que debió construirse a mediados del siglo XII. Este baluarte conectaba esta torre con la Torre de la Plata y con el Postigo del Carbón, continuando hacia el oeste hasta llegar a la Torre del Oro, la de mayor importancia como señalan sus doce caras. A corta distancia de la torre de Abdelaziz se encontraba el Arco de la Plata o de la Victoria desde el que partía un lienzo hasta la Puerta de Jerez donde comenzaban las murallas defensivas de la ciudad.

La torre de Abdelaziz también tiene un profundo significado puesto que la tradición cuenta que en ella ondeó por primera vez el pendón de San Fernando tras la conquista de la ciudad en el año 1248.