Casi 30 años esperando una reforma integral que les permita vivir con seguridad en sus pisos. Los vecinos de Alcosa llevan desde 1981 alertando a la Junta de las consecuencias de la deficiente construcción de sus viviendas, que se edificaron sobre un terreno poco estable -arcillas expansivas- y con materiales de escasa calidad, lo que ha provocado la aparición de innumerables grietas y del hundimiento del suelo en varios inmuebles. Por este motivo, la coordinadora vecinal del parque Alcosa, La FEA, pide al consejero de Vivienda, Juan Espadas, la rehabilitación inmediata del barrio para evitar una catástrofe que podría tener trágicas consecuencias.

Esta situación afecta a unas 7.000 familias que habitan en los más de 100 bloques de pisos perjudicados. Los representantes vecinales aseguran que los problemas se han agravado, por lo que es necesario que la Junta intervenga "cuanto antes". El caso más reciente ha sido el precinto de una zona del hogar del pensionista ante las enormes grietas que amenazaban con que el local se viniera abajo. Los residentes, tras numerosas reuniones con la delegada provincial de Vivienda, Rosario Ayala, siguen esperando el comienzo de unas obras que tendrían que haberse iniciado hace 12 años, cuando el barrio de Alcosa fue declarado de Rehabilitación Preferente. Su única esperanza, por ahora, es que las ayudas del Gobierno a través del Plan 8.000 aceleren el comienzo de los trabajos cuanto antes.

Mientras, los sensores en los rellanos de las escaleras constantan como el grosor de las grietas aumenta cada año, debido al desplazamiento de los cimientos, asentados en un terreno arcilloso. A esta inestabilidad también contribuye la mala calidad del hormigón que se empleó en la construcción, así como el mal estado de las tuberías que han originado bolsas de aguas fecales que han oxidado las estructuras metálicas. La constructora de estos bloques tuvo que indemnizar en 1983 a los vecinos por los materiales empleados en la construcción tras una demanda interpuesta por los residentes, además de subsanar algunas deficiencias.

Desde entonces se han elaborado dos informes. Uno de 1995, redactado por el Colegio de Arquitectos -que pagó la propia Junta y en el que se alertaba de esas deficiencias- y otro de 2002, al que no han tenido acceso los vecinos, lo que ha levantado las sospechas de que en él se verifique un empeoramiento del estado de los pisos.

Manuel Piedrabuena, uno de los miembros de la comisión para la rehabilitación del Parque Alcosa, es consciente de que los vecinos tendrán que pagar parte del arreglo; "eso sí -incide- será una mínima parte, porque la mayoría de los 30.000 habitantes de este barrio somos personas mayores con una pensión que no supera,la mayoría de las veces, los 800 euros". Además, también exigen que se instale una oficina técnica en el barrio para crear una comisión que siga las futuras obras.

La última intervención que la Junta realizó en Alcosa fue en los bloques de la Plaza de Real Aurelio, en la que la comunidad vecinal desembolsó 2.400 euros, un gasto al que los residentes aseguran que no pueden hacer frente.