El vigilante del mercado fue cómplice del robo de jamones

La Policía Nacional detiene al guardia de la plaza de abastos de la Encarnación por participar en la sustracción de unos embutidos valorados en más de 3.000 euros

El vigilante de seguridad del mercado de la Encarnación, horas después del robo.
El vigilante de seguridad del mercado de la Encarnación, horas después del robo.
F. Pérez Ávila

14 de febrero 2009 - 05:03

La Policía Nacional ha detenido al vigilante del mercado de la Encarnación por su presunta participación en el robo de unos jamones ocurrido el pasado fin de semana. El guardia de este recinto comercial fue cómplice de los ladrones que irrumpieron de madrugada en las instalaciones del mercado y se llevaron los embutidos de una charcutería. La Policía ha detenido también a uno de los autores del robo y ha recuperado la mercancía sustraída, que se encontraba en una vivienda de la barriada de la Bachillera, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía en un comunicado.

El robo se produjo a las tres de la madrugada del sábado al domingo. El vigilante, Francisco Javier García, denunció que tres encapuchados entraron en el mercado por el tejado y lo sorprendieron en la garita mientras veía la televisión. Luego lo ataron de pies y manos con unas bridas, lo amordazaron y accedieron a una charcutería, de donde robaron varios jamones y otras piezas de chacina. Luego los delincuentes se dirigieron a una joyería y rompieron la cerradura. Esto provocó que saltara la alarma del local y los ladrones huyeron dejando al guardia atado y amordazado.

El dueño de la joyería llegó antes que la Policía y desató al vigilante, que fue llamado a declarar y, según los agentes, incurrió en numerosas contradicciones sobre el modo en que se desarrollaron los hechos. La Policía detuvo al empleado como cómplice del robo, ya que posiblemente indicara a los ladrones la forma de entrar en el mercado o incluso les abriera la puerta. Horas después de los hechos, el vigilante aseguró a este periódico que en ningún momento sintió miedo, ya que los ladrones no le amenazaron ni golpearon y simplemente lo amordazaron con un pañuelo y ataron de pies y manos con unas bridas para poder moverse con facilidad.

Incluso aseguró que sería una anécdota de su trabajo que podría contar a sus nietos dentro de unos años. "No sé por dónde pudieron entrar, pero saltaron hasta donde yo estaba. Me ataron de pies y manos y me pusieron una mordaza. No me amenazaron ni tampoco vi que llevaran armas. Luego se dirigieron a una charcutería y comenzaron a llevarse jamones. La mordaza me la pude quitar porque tenía las manos atadas por delante y conseguí llamar al 091, pero fue el dueño de la joyería quien me desató", expuso Francisco Javier García. Este empleado de seguridad ni siquiera puso reparos a aparecer en el periódico fotografiado mostrando las bridas con las que los delincuentes le habían atado.

El vigilante fue puesto en libertad con cargos por la misma Policía, sin que pasara a disposición judicial, mientras que el segundo de los detenidos, Juan Antonio V. O., sí fue trasladado a las dependencias judiciales. Este hombre sería la persona que conducía el vehículo de la marca BMW con el que los delincuentes huyeron con los jamones.

La Policía registró una vivienda de la Bachillera en la que se encontraron tanto los embutidos como las herramientas y el coche utilizado en el robo. La mercancía recuperada tiene un valor superior a los 3.000 euros. En total se han intervenido 6 jamones, 11 paletillas, 18 lomitos, 16 chorizos y 7 cañas de lomo. Las herramientas empleadas por los ladrones eran cuerdas, dos martillos, una cizalla, una palanqueta, un cincel y tres catanas. La Policía Nacional continúa con las investigaciones sobre este asunto y no se descarta que en las próximas horas se produzcan nuevas detenciones. Las pesquisas de este caso corren a cargo del grupo de investigación de la comisaría del distrito Centro.

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