El muy exigente grupo que le ha tocado en suerte al Sevilla depara el reencuentro del delantero noruego Erling Haaland con su ex equipo, el Borussia Dortmund. Y también con el equipo de Julen Lopetegui, que bien lo sufrió en la eliminatoria de octavos de final de hace dos temporadas. El Manchester City aún sigue con la espina de no haber alzado la Copa de Europa y redondea su excelencia con Haaland, el Dortmund mantiene su nivel competitivo con los refuerzos tras la marcha del gigante nórdico y el Copenhague puede sorprender.

La gran deuda de Pep Guardiola

El Manchester City, cabeza de serie del grupo, se ha gastado 60 millones de euros en Haaland en su enésima intentona de asaltar la Liga de Campeones que se le resiste a su entrenador, el español Pep Guardiola, desde que abandonó el Barcelona hace ahora un decenio.

Los campeones de la Premier League suman al noruego a una constelación de estrellas entre las que siguen brillando Kevin De Bruyne, Ryad Mahrez o Ben Foden, entre otros, aunque han traspasado en verano a los delanteros Gabriel Jesús y Raheem Sterling para hacerle sitio a su nuevo crack.

La nutrida colonia española de los Blue Sky (donde militaron los hoy sevillistas Jesús Navas y Fernando Reges) se ha enriquecido con un miembro más, el defensor badalonés Sergio Gómez, que ha llegado procedente del Anderlecht para compartir vestuario con sus compatriotas Aymeric Laporte y Rodri Hernández.

La renovación con Terzic

El nuevo Borussia Dortmund, con Edin Terzic en el banquillo, ha hecho fichajes importantes como los centrales Niklas Süle y Nico Schlotterbeck. El fichaje de Sebastien Haller debía cubrir la marcha de Haaland. Sin embargo, a Haller se le diagnosticó un tumor maligno, lo que llevó al fichaje in extremis de Anthony Modeste, que todavía no ha podido estrenarse como goleador y que parece estar en proceso de adaptación.

Otros delanteros, como Youssufa Moukoko o Anthony Binoe-Gyttens, sí han visto puerta. Otro de los refuerzos interesantes del Borussia Dortmund es el joven internacional alemán Karim Adeyemi, viejo conocido de la afición sevillista porque fue su verdugo en la fase de grupos de la temporada pasada, cuando militaba en el Salzburgo.

En el comienzo de esta campaña, el Dortmund ha cosechado dos victorias y una derrota, desafortunada aunque justa, ante el Werder Bremen. Hasta el minuto 89, el Dortmund estuvo 2-0 por delante en el marcador, pero perdió por 2-3.

Esa derrota interrumpió una racha de dos victorias seguidas, ante el Bayer Leverkusen y el Friburgo, y lo hizo perder tempranamente tres puntos respecto al Bayern al que espera disputarle el título alemán.

Entre un equipo formado por muchos jóvenes, como Moukoko o Jude Bellingham, hay dos veteranos -el capitán Marco Reus y Matts Hummels- obligados a ejercer de líderes.

Hummels es el último superviviente del equipo que ganó la Bundesliga en 2011 y 2012, tras haber regresado del Bayern, al que se marchó varias temporadas. Reus llegó para la temporada 2012-2013 y ha ganado con el Dortmund dos veces la Copa de Alemania.

El equipo parece estar en busca de su mejor versión. En los partidos que ha ganado también ha tenido algunos problemas. Terzic tendrá que decidir si juega con tres centrales o si escoge en cada partido entre Hummels y Süle, mientras que Schlotterbeck parece inamovible.

Una 'cenicienta' peligrosa

La cenicienta del grupo G, al que todos los pronósticos sitúan de antemano en la última posición, es el Copenhague, campeón danés que accedió a Liga de Campeones por cuarta vez en su historia el pasado miércoles, cuando eliminó en la última ronda previa al Trabzonspor turco.

El plantel dirigido por Jess Thorup, que cumple su tercera temporada en el club, ha incorporado este verano al portero australiano Matthew Ryan, procedente de la Real Sociedad, y tiene como futbolistas más destacados al extremo zurdo sueco Viktor Claesson y al español Pep Biel, un mediapunta fichado hace tres años al Zaragoza y que actúa como falso delantero centro.