El derbi sevillano

Jesús Navas-Joaquín, el secreto de la eterna juventud

  • Lejos de resignarse a ser símbolos en activo de Sevilla y Betis, ambos ídolos llegan al partido como actores principalísimos para aportar su enorme bagaje

Jesús Navas y Joaquín.

Jesús Navas y Joaquín. / Ilustraciones: Juancho Solís

Cuando levanten una mano y se lleven la otra al corazón, cuando besen el escudo como un hijo besa a una madre y las repletas gradas de Nervión y Heliópolis les den las GRACIAS, en mayúsculas, por sus años de entrega, sólo entonces, la historia enmarcará las egregias figuras de Jesús Navas (34 años de edad) y Joaquín Sánchez (38). Sólo entonces sabremos la dimensión de sus gestas. Pero mientras, sevillistas y béticos se seguirán solazando con las andanzas sobre la yerba, que se antojan interminables, de los dos grandes símbolos contemporáneos de los equipos sevillanos.

El hecho de que se vuelvan a ver las caras en un derbi pasado mañana es de por sí noticia por la mili que ya llevan a sus espaldas. Porque Jesús Navas se estrenó en partidos de este pelaje tan especial el 8 de mayo de 2005, en aquel Betis-Sevilla que resolvió Ricardo Oliveira con un seco latigazo (1-0), y Joaquín lo hizo casi cinco años atrás, en aquel agitadísimo Betis-Sevilla de Segunda División (1-3). Más de 15 años de rivalidad lleva el palaciego y casi 20 el portuense. Casi nada cómo regatean al tiempo con el cuero cosido al pie.

Pero es que, además, ambos llegan al extrañísimo partido sin alma de Nervión muy lejos de ejercer de meros símbolos. Nada de cameos estelares de unos minutos. Aún son actores principalísimos de esta película que de repente cortó un virus asesino.Jesús Navas saltará a la silente bombonera como el sexto futbolista de esta Liga con más minutos disputados. Y como el tercer jugador de campo. Sólo tiene por delante a tres guardametas, Aitor Fernández (Levante), Jordi Masip (Valladolid) y David Soria (Getafe), y dos defensas centrales, el eslovaco Martin Valjent (Mallorca) y Kiko Olivas (Valladolid). Este quinteto ha completado los 2.430 minutos –descuentos aparte– que se han jugado en estas 27 jornadas. Y tras ellos, con su trote liviano e incansable, con sólo un minuto menos, va Jesús Navas a sus 34 primaveras. Casi nada.

El campeón del mundo sólo dejó de practicar su hobby favorito, defender la camiseta del Sevilla, cuando el partido de Valladolid agonizaba y sufrió un percance físico que no fue a mayores. Gudelj lo relevó en el minuto 89, un instante antes de que el cuadro de Julen Lopetegui arrancara otra esforzadísima victoria a domicilio con aquel penalti que transformó Banega.

Jesús Navas y Joaquín, en un Betis-Sevilla de 2005. Jesús Navas y Joaquín, en un Betis-Sevilla de 2005.

Jesús Navas y Joaquín, en un Betis-Sevilla de 2005. / Cristina Quicler / AFP

Joaquín también inscribió su nombre en las 27 actas arbitrales de los partidos de esta Liga. Sólo se quedó sin jugar en la visita del Betis al Real Madrid de la jornada duodécima. Desde el banquillo vio el portuense con nervios el meritorio empate a cero que los verdiblancos arrancaron del Santiago Bernabéu. En las otras 26 jornadas, Joaquín siguió añadiendo muescas a su culata. En cinco de las 26 jornadas completó los 90 minutos, pero sólo en seis no gozó de la titularidad. Una aportación heroica al tratarse de un deportista que el próximo 31 de julio cumple 39 años. Un extremo reconvertido a todocampista que cobró su primera dieta con la primera plantilla en pesetas, cuando el técnico gallego Fernando Vázquez lo hizo debutar el 3 de septiembre de 2000 en Santiago de Compostela.

Olvidar dónde queda la enfermería es una impagable virtud en un deportista profesional. Y estos dos ídolos bien que la han mostrado en su dilatadísima trayectoria. Calidad técnica, calidad física y, ojo, calidad muscular. Estar siempre disponible. Para cualquier frente. Que la fibra no proteste en un rutinario partidillo de entrenamiento. Ni siquiera bajo el esfuerzo máximo de un partido sin tregua.Jesús Navas vivió un excepcional periodo en la enfermería en el tramo final de la temporada 2017-18, en el que se perdió ocho de las últimas 13 jornadas. También la pasada campaña se perdió cinco partidos ligueros por dos lesiones musculares, pero en el curso corriente ha vuelto a su dinámica de prodigiosa regularidad.

En el caso de Joaquín, tanto su entrenador, Rubi, como su preparador físico, Marcos Álvarez, lo han venido mimando para tenerlo siempre a disposición. Y aunque ese tacto se ha plasmado en una continuidad con muchos más claros que oscuros y que por momentos deparó destellos impropios de su veteranía –léase su hat-trick al Athletic Club el pasado 8 de diciembre, en la jornada decimosexta, que culminaba una racha de cinco goles en sus tres últimos encuentros–, al genio de El Puerto le ha venido peor que a ningún futbolista el parón por la pandemia. Una cosa es que Joaquín tenga un físico privilegiado, que lo tiene, y otra que su capacidad para reactivarse en un paréntesis de tantas semanas sin entrenamientos presenciales y grupales sea la misma que cuando tenía 25 años.

Junto con William Carvalho, Joaquín es la gran incógnita de este derbi de lado verde y blanco. Pero igual que ha jugado en su contra este dilatadísimo periodo de inactividad, la novedosa regla de las cinco sustituciones debe alimentar la posibilidad de su concurso en el prado del estadio Ramón Sánchez-Pizjuán pasado mañana.

Atendiendo a las dificultades de Joaquín para ir recuperando el tono físico tras el parón, es probable que Rubi se lo reserve para un buen puñado de minutos de calidad en la segunda parte, cuando las piernas de los actores ya vayan acumulando plomo. En el último once dispuesto en la Liga, el de la victoria ante el Real Madrid, Joaquín fue titular entre líneas, junto a Fekir, por detrás del punta Loren. Y si Rubi considera que a su gran capitán aún le falta, el preparador puede optar por darle la titularidad a Cristian Tello, que además de hacer el gol del triunfo ante los madridistas en marzo pasado, ha marcado en sus dos apariciones en Nervión como verdiblanco. Y eso es un gran plus.

Hay que sopesar un factor de nuevo cuño: a los entrenadores se les abre una puerta desconocida, la del titular fugaz al que le podrán exigir minutos a tope a sabiendas de que va a ser relevado incluso antes del descanso. Ahí puede encajar Joaquín, por su ascendencia sobre el grupo y por su enorme bagaje en este tipo de partidos, para ayudar a que su Betis vaya ahormando el partido atendiendo a sus intereses.Como bien coincidieron Julen Lopetegui y Rubi el pasado domingo, será un derbi en el que el trabajo mental va a pesar aún más de lo que ya suele pesar, ya que los jugadores no van a percibir energía alguna, positiva o negativa, para estimularse y espolearse. Y por tanto, la mente tendrá que poner un plus. Ahí es donde el papel de Joaquín será primordial.

Joaquín es la voz que arenga. La que aconseja. La que convence. Y esta vez se va a escuchar más que nunca sobre la hierba, en pleno fragor. Este torero que juega al fútbol sólo tiene ya por delante al tinerfeño Diego Rodríguez en el ranking de derbis en Primera División: 18 por 20. Pero sumando los dos duelos de máxima rivalidad de Segunda División, la temporada de su bautismo (2000-01), el portuense estará este jueves de Corpus en disposición de encabezar ya la tabla con 21 encuentros. Como para no atender sus consejos en el vestuario, sobre el terreno de juego o desde el banquillo.

Al otro lado del campo, las maneras de Jesús Navas serán otras por su carácter tímido, introvertido y hasta huidizo. Pero los Suso, Joan Jordán o Reguilón, cuando aún eran unos tiernos retoños, lo vieron galopar y dejar atrás holandeses hace algo menos de diez años en Johannesburgo y algo de respeto debe imponer su menuda figura en un vestuario de tanta prosapia como el sevillista.

Jesús Navas, si toma parte en el partido de pasado mañana, va a dejar atrás a dos leyendas como Julio Cardeñosa y Pablo Blanco, quienes disputaron 17 derbis sevillanos. El palaciego, si no media un imprevisto, se va a situar tercero en solitario, a sólo dos encuentros de Diego Rodríguez y tres del hombre que va a portar el brazalete de las trece barras este jueves si Rubi le da la titularidad.

Este derbi pide una mentalidad especial. Pide buscar en la cabeza lo que el futbolista no va a encontrar en la grada. Y ahí, Navas y Joaquín, futbolistas colosales aún, tienen tanto que decir...

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios