La victoria del Sevilla contra la Roma dejó momentos dignos de ser saboreados por los buenos paladares futbolísticos. Prácticamente todos los integrantes del equipo de Julen Lopetegui rindieron a un nivel muy alto, pero entre los 14 futbolistas que participaron hay cuatro hombres que pueden ser objeto de un análisis individual por una u otra faceta en este encuentro de octavos de final de la Liga Europa disputado en Duisburgo.

Koundé: El colmo de los colmos fue ese ‘sombrerito’ a Dzeko en el minuto 90

Se agotan los elogios para el joven defensa central francés. Prácticamente no hace nada mal tanto a la hora de proteger a su guardameta como cuando le crea problemas al rival. Un cabezazo al larguero, un gol no concedido por el VAR muy justito y dos avisos más a Pau López, aparte de los disparos que tapa, sobre todo uno que evitó a Zaniolo en el único acercamiento serio de la Roma en el primer periodo. Pero el colmo de los colmos llegó con el 'sombrerito' a Dzeko en el minuto 90 siendo el último hombre en la defensa. Sublime.

Banega: Se apodera del balón y se hace absolutamente lo que él quiere en el campo

Es una verdadera delicia saborear las últimas actuaciones de Banega con la camiseta del Sevilla. El argentino está especialmente motivado, se siente a gusto con su rol en el equipo y sencillamente es el dueño de todas las situaciones a través del dominio de la pelota. Lo mismo caracolea que desahoga con cambios de juego, como el del 1-0, con la zurda, además; se ofrece y siempre da el pase correcto. Genial.

Reguilón: Ese control orientado con el pecho..., mucho mejor futbolista

Las cesiones le pueden servir a un futbolista para crecer si las toma como la posibilidad de madurar e ir aprendiendo más conceptos del juego en un equipo con mayor participación. Reguilón es ahora infinitamente mejor jugador que el que llegó en verano procedente del Real Madrid, sabe sorprender cuando sube y defiende algo mejor. Encima si hace ese control orientado con el pecho para batir todas las líneas y plantarse en solitario ante Pau López...

En-Nesyri: Su trabajo disipó muchas dudas en Duisburgo

Es cierto que no es un futbolista muy vistoso por su físico, esas piernas larguísimas y aparentemente descoordinadas, ni siquiera es un virtuoso de la técnica, pero el marroquí es un proyecto de delantero más que atractivo. Le falta saber medir las carreras, no ir como un toro a la presión y elegir las opciones más correctas. Trabajó sin desmayo durante los más de noventa minutos que estuvo sobre el campo, que no es poco con tanto esfuerzo para hostigar a los rivales, volvió loca a la defensa romana y encima marcó un gol.