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El Sevilla otorga este miércoles a Francisco López Alfaro el Dorsal de Leyenda prometido

  • El genial centrocampista fue elegido recibir la máxima distinción para sus ex futbolistas en 2020, pero la pandemia y las circunstancias especiales de Unzué lo retrasaron

Francisco Lopez Alfaro, en un sorteo de la Europa League.

Francisco Lopez Alfaro, en un sorteo de la Europa League. / EFE

El genial centrocampista de Osuna Francisco López Alfaro recibirá este miércoles el duodécimo Dorsal de Leyenda, la máxima distinción que el Sevilla otorga a sus ex futbolistas y que le concedió en 2020 y cuyo acto no pudo organizar en su momento por la pandemia de Covid-19. Después, recuperada la normalidad, el club decidió que corriera el turno y adelantar, por sus circunstancias especiales, el homenaje a Juan Carlos Unzué, que recibió hace escasos meses el decimotercer Dorsal de Leyenda.

Francisco se une así al selecto grupo que conforman Juan Arza, José María Busto, Marcelo Campanal, Ignacio Achucarro, Antonio Valero, Paco Gallego, Enrique Lora, Curro Sanjosé, Antonio Álvarez, Enrique Montero, Pablo Blanco y el citado Juan Carlos Unzué, que lo recibió el pasado febrero.

"El 10 de febrero de 2020, a las puertas de una pandemia que cambió la vida de prácticamente todo el planeta, el Sevilla anunció la concesión del Dorsal de Leyenda a uno de sus canteranos más históricos, el ursaonense Francisco López Alfaro. Un nombramiento que este miércoles 1 de junio de 2022 quedará saldado, con el acto de entrega de esta distinción en el antepalco del Ramón Sánchez-Pizjuán", informa el club.

Francisco, nacido en la localidad sevillana de Osuna el 1 de noviembre de 1962, jugó más de 300 partidos con la camiseta del Sevilla a lo largo de nueve temporadas, con un rendimiento que le llevó a la selección nacional absoluta cuando estuvo dirigida por Miguel Muñoz, con quien participó en la Eurocopa de 1984 y el Mundial de 1986 y con la que disputó 20 partidos.

Francisco formó en la cantera sevillista y compitió dieciséis temporadas en Primera División entre los años 1981 y 1997, las cuales repartió entre el Sevilla, donde estuvo nueve campañas, y el Espanyol, que defendió las siete restantes.

Como sevillista jugó 302 partidos, de ellos 258 en Liga, 30 en Copa del Rey, 8 en Copa de la UEFA y 6 en Copa de la Liga, en lo que consiguió 28 goles; y tras acabar su etapa de futbolista, entrenó, entre otros, al Jaén, Extremadura, Figueres, Numancia, Badalona o el Atlético Baleares. 

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