El Sevilla pelea ya contra sus propios récords y sin necesidad de estar esperando los fallos de Real Madrid o Barcelona para subir otro escaloncito en la clasificación final, perdida ya toda opción matemática de ser primero por el triunfo del Atlético de Madrid ante la Real Sociedad. Le quedan dos partidos de Liga para terminar una temporada extraordinaria y ya en el primero de ellos, la visita al Villarreal, puede romper dos récords históricos de una tacada: el de puntos y el de victorias ligueras.

Las dos marcas son del Sevilla de la temporada 2014-15, cuando estuvo a punto de terminar cuarto, ganando en Málaga por 2-3 en la última jornada y sumando 76 puntos, el 23 de mayo de 2015, cuatro días antes ganar de la final de la Europa League al Dnipro en Varsovia, el 27 de mayo de aquel año. Pero el Valencia ganó finalmente al Almería, que bajó a Segunda con aquella derrota por 2-3, gracias a un gol de Alcácer en el minuto 80 en un partido de infarto, y sumó 77 puntos para terminar cuarto.

Aquel Sevilla se ganaría el derecho a jugar la Liga de Campeones imponiéndose en la final de la Europa League al Dnipro (2-3) con un gol de Krychowiak y dos de Bacca, el primero tras extraordinario pase al hueco de Reyes. Era la primera vez que la UEFA premiaba al campeón de su segundo torneo con la clasificación para la Champions y el Sevilla de Emery se hizo con el trofeo y con la plaza.

Aquel equipo tuvo muchísimo mérito en una temporada extraordinaria en la que jugó 60 partidos oficiales compitiendo hasta los últimos instantes de la Liga por superar al Valencia, que no había jugado en Europa esta temporada, cayó en octavos de la Copa del Rey y apenas alcanzó los 42 partidos oficiales aquel curso. 

En aquella temporada, el Sevilla sumó las mismas 23 victorias ligueras (más 7 empates y 8 derrotas y un balance de 71-45 goles) que lleva ahora el equipo de Lopetegui, que tiene precisamente ante Emery la posibilidad de arrebatarle esas dos marcas históricas de hace seis años: la del récord de puntos y la del récord de victorias.

Pero aunque no lograse ganar el Sevilla el domingo en su feudo a un Villarrael que se juega su participación en la Europa League, para cuya final está clasificado, los de Lopetegui aún tendrían otra bala en la recámara para ese doble logro: en la última jornada ante el Alavés.

Frente a aquellos 76 puntos merced a 23 victorias y 7 empates (por ocho derrotas), el actual Sevilla suma 74 puntos, gracias a 23 triunfos y cinco empates (por las mismas ocho derrotas), con un balance de 53 goles a favor y 23 en contra, por los 71 y 45 de aquel otro Sevilla.