El Wolverhampton Wanderers, el rival del Sevilla el próximo martes en los cuartos de final de la Europa League, es uno de los nuevos ricos de Inglaterra gracias a la ayuda del todopoderoso agente de futbolistas portugués Jorge Mendes, quien no duda en ejercer de director deportivo en la sombra a la vez que revaloriza a sus productos mientras el club se beneficia.

En los peores años de su historia –llegó a estar en cuarta división–, un grupo inversor chino, a su vez socio de Mendes con un 20% de Gestifute, se hizo con el club para tratar de relanzarlo en Europa, cosa que ha conseguido.

Los Wolves son un clásico del fútbol en las Islas que llegaron incluso a una final de la Copa de la UEFA en 1971. Esta campaña ha quedado séptimo en la Premier League tras perder comba con los resultados obtenidos tras el confinamiento, cuando ha sumado 5 victorias, un empate y 3 derrotas.

Con Nuno Espírito Santo como entrenador, nadie iba a dudar que en ese vestuario se iba a hablar portugués. Moutinho, Rui Patricio, Rubén Neves y Podence son algunos de los más conocidos. En total, hay 7 portugueses en una plantilla en el que también destaca el ex barcelonista Adama Traoré, que se ha puesto fuerte como un toro. El mexicano Raúl Jiménez es su goleador y Leo Campana, un joven y prometedor delantero ecuatoriano, también está en el equipo.

Tras un 1-1 en Atenas, venció al Olympiacos con un gol de Jiménez (antes dejó en la cuneta al Espanyol con un 6-4 global tras machacarlo con un 4-0) y tiene el plus de ser un equipo de la Premier League, con lo que ello conlleva respecto al nivel físico y de medios al servicio del equipo.