El partido del Sevilla | Análisis

Con inteligencia, ¿para qué el balón?

  • El Sevilla no tuvo reparos en darle en algunas fases la posesión al Betis e incluso atraerlo y esperarlo en su campo

  • Lo cazó a su espalda y luego interpretó bien el duelo: control y oficio

Informe táctico

Informe táctico / Departamento Infografía

Esto es fútbol. El Sevilla no jugó su mejor derbi. Ni siquiera puede afirmarse con claridad que jugara mejor que el Betis, pero sí fue más práctico, inteligente y eficaz que su enemigo. No le importó darle el balón a los verdiblancos, incluso estuvo cómodo con ese rol, y tuvo fases en las que prefirió esperarlo en su campo y no salir a presionarlo con esa intensidad que caracteriza al equipo de Lopetegui.

Sin embargo, pese a que la percepción pueda ser que tuvo menos posesión que el Betis, no fue así. Los de Pellegrini ganaron en muchas cosas, pero no en todas. Para empezar, en lo que de verdad importa, el marcador, pero lanzó el doble de córners, seis contra tres, ejecutó el triple de regates (6/18) y ensayó más tiros (9/13). Sin embargo, la posesión global perteneció a los nervionenses (52,9%).

El Sevilla sorprendió porque salió a esperar al Betis, como si el local fuese su rival. Y más que esperarlo, a atraerlo. La salida del balón fue especialmente rococó con toques entre los centrales y Bono en zonas muy atrasadas, una estrategia que surtió efecto, pues la intensidad de la presión de los Borja Iglesias, Fekir, Ruibal, Canales... picaba el anzuelo y acudían a las maniobras de atracción para que, de esa forma, aparecieran los espacios.

Y así logró el Sevilla cantar bingo casi a su primer intento. Había puesto Lopetegui, a diferencia del último derbi, al delantero ideal para eso, En-Nesyri. Ya lo que quedaba era que uno de esos pases en largo de Diego Carlos encontrara los espacios necesarios, aunque fue Jesús Navas el que dio con la tecla.

Después, el Sevilla tiró de oficio y poco a poco ganó en control del partido, aunque en los últimos minutos el juego cayó en un poco de descontrol.

Defensa

Necesitaba el sistema defensivo el espaldarazo de volver a dejar la portería a cero y lo consiguió pese al empuje del rival, que fue mucho. Lopetegui sabía que el Betis iba a salir muy presionante arriba y se preparó para ello. Por dentro, hubo momentos en que Canales creó desequilibrios, sobre todo en ese falso brío del Papu Gómez, una situación que se corrigió con la salida de Rakitic y Óliver Torres, más control de una tacada para una situación que lo requería.

Ataque

No fue la forma de atacar habitual del Sevilla, pero se trataba de ganar. En muchas fases le dio el balón al Betis y prefirió buscar los espacios –para eso se forzó a Ocampos, estaba En-Nesyri y se apelaba a los pases verticales del Papu–, y en otras volvió a aparecer esa banda derecha letal con Jesús Navas y, en algún tramo, con Ocampos de socio.

Por último, también apareció otra vertiente con Rakitic y Óliver Torres, una asociación que ofrecía la clarividencia del extremeño y la llegada del croata, su mejor virtud.

Virtudes

Tener siempre el partido en la cabeza, no dejarse llevar por la ansiedad (muy típico de estos duelos) y darle al partido siempre lo que éste demandaba.

Talón de Aquiles

El dejar venir al Betis en algún momento se pudo ir de las manos.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios