El laberinto de Nervión y la difícil tercera vía
Con los jugadores posicionándose ya públicamente contra algunos planes de García Pimienta, sólo la precariedad económica del club mantendrá en su puesto al entrenador mientras el sevillismo busca un salvador accionarial
Un sevillista acusa a Pepe Castro de intentar estafarlo con la cesión de unas acciones
El derbi era el clavo ardiendo al que debía agarrarse el Sevilla para aguantar hasta el final de temporada sin que temblaran sus cimientos. Pero el equipo se quemó y soltó el clavo y, con él, el club empieza a sentir el cimbronazo de una caída abrupta. Todo se discute ya sobre el proyecto de José María del Nido Carrasco, Víctor Orta y Xavi García Pimienta. La parte más débil de esa cadena ejecutiva es el entrenador. Pero la situación económica del Sevilla invita a no realizar más dispendios hasta que termine el ejercicio económico del año 2025 a 30 de junio. Antes bien, el comité de dirección debe realizar alguna venta importante -Badé, Lukébakio...- para cuadrar las cuentas y que el déficit a presentar en la Junta de Accionistas de diciembre no sea escandaloso.
A García Pimienta lo mantiene lo económico y no lo deportivo. Y no es que sea excesivamente caro rescindir un contrato que se renovó de forma precipitada en la jornada séptima tras un sufrido triunfo sobre el Valladolid. Y la renovación fue por una temporada más ¡hasta 2027! Así arropó Del Nido Carrasco a su entrenador ante el vestuario tras el aluvión de críticas por el mal comienzo de temporada, pues sólo había ganado hasta entonces un partido, en casa por la mínima contra el Getafe con gol de Jesús Navas. Ahora nadie cree en ese contrato largo de García Pimienta, al que se le empieza a caer la confianza del vestuario.
La falta de un plan B en el derbi
Sin que mediara pregunta, José Ángel Carmona secundó las críticas a la lectura del partido que hizo Badé tras el derbi. Reposado, tras la reflexión de varios días, el visueño señaló la ausencia de un plan B una vez que el Sevilla se puso por debajo del marcador. Y eso que esto sucedió justo antes del descanso y tuvo el técnico el intermedio entero para intentar reaccionar. Pero la segunda parte del equipo nervionense fue patética por apática, un ejercicio de impotencia que deja aún más señalado al entrenador tras sumar, por segunda vez esta temporada, dos derrotas consecutivas sin haber logrado en ningún momento acumular dos triunfos seguidos. Nadie lo ve en Nervión la temporada que viene, salvo milagro en el tramo final de esta campaña.
Mientras el vestuario duda del planteamiento o de la falta de planteamiento mejor dicho, el grupo Biris Norte anuncia más movilizaciones en la visita del siempre peligroso Atlético de Madrid. El calendario aumenta el pesimismo natural tras una derrota en un derbi. Se produce cada mucho tiempo, pero por falta de costumbre hace mucho daño, sobre todo si el contexto es como el actual: insostenible en todos los frentes.
Del Nido inerme, los americanos embargados, los pactos...
El trasfondo accionarial es caótico. José María del Nido Benavente se quedó inerme tras el rechazo de las medidas cautelares. Del Nido Carrasco lo aprovechó para ganar la Junta Extraordinaria con el apoyo de los americanos -en realidad el fondo A-Cap, que ahora tiene la representación de unas acciones embargadas judicialmente en EEUU-. Y esto está deparando una guerra sucia con delaciones y denuncias desde la oposición y desmentidos desde el club, como lo de 28 despedidos que desde Nervión aseguran que sólo son 10... Y encima el vicepresidente José Castro es acusado de intento de usurpar los derechos políticos de cuatro acciones... La situación, y así lo reconocen desde dentro, es insostenible.
Así, sin que nadie crea ya en García Pimienta, con Del Nido Carrasco con el crédito perdido entre la afición, ésta mira a la denominada tercera vía, que pasa por la compra conjunta de los grandes paquetes de acciones que ahora están en liza. Pero el laberinto es enorme: los americanos tienen embargadas sus acciones y no pueden venderlas; Del Nido se ha quedado sin esa llave y sus acciones se devalúan; el grupo que apoya a Del Nido Carrasco tiene firmados pactos con indemnizaciones para no vender por separado, como Del Nido Benavente con los americanos... ¿Quién va a comprar así? ¿Fabrice Pastor? ¿Antonio Lappí? Todo lo que no sea convencer a varios grupos para acumular el 51% del accionariado no vale. El que compre debe hilar fino. Y tener mucha paciencia, como el sevillismo.
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