No caben nerviosismos porque el Sevilla, en principio, está cumpliendo los plazos previstos en su hoja de ruta trazada para el verano. Quizá la venta de Jules Koundé tiene atrasado algo el punto fuerte de la planificación, pero, mientras no se active, el club sigue adelante con su plan B.

Con la salida de manera oficial de Luuk de Jong al PSV Eindhoven, hecho que se produjo ayer con la presentación del delantero y sus primeras declaraciones en su regreso al conjunto con el que permaneció cuatro años (de 2014 a 2019) ganando tres títulos de Liga, el Sevilla da otro paso necesario.

El neerlandés deja hueco en la plantilla y se convierte en el tercer jugador traspasado tras Diego Carlos (al Aston Villa) y Pozo (al Almería). Con los 32 millones que dejó el brasileño y los algo más de 3 del de Huévar del Aljarafe (aunque ambos computan en el ejercicio que acabó el 30 de junio), la cifra recaudada por el Sevilla en este verano hasta el momento se acerca a los 40 millones de euros.

Se espera, por tanto, que Monchi empiece a activar la llegada de refuerzos, apuntándose en rojo desde todos los medios, turcos y españoles, el nombre de Marcao, central zurdo brasileño del Galatasaray cuya llegada tiene ya avanzada el Sevilla y que vendrá a cubrir la plaza vacante dejada por su compatriota. Operación ésta que, como el traspaso de De Jong, computa ya en el presente ejercicio 2022-23 a efectos contables. Su coste, según se ha publicado, rondará los 10 ó 12 millones dependiendo de las ya omnipresentes cantidades de carácter variable.

La llegada del central es la primera etapa a cubrir, clave ante la falta de efectivos, máxime cuando también se da por hecha la marcha de Koundé. Sobre este aspecto, ojo con la nueva situación del Barça, que gastará 200 millones en julio, aunque la preferencia es Lewandowski. La salida del galo obligaría a fichar otro central. Los otros puestos a reforzar (lateral izquierdo, medio centro, extremo y delantero) dependen de las ventas.