Athletic-Sevilla | Los nombres propios

Del sólido manejo de Delaney a un providencial Bono

Rafa Mir forcejea con Íñigo Martínez.

Rafa Mir forcejea con Íñigo Martínez. / Javier Zorrilla (Efe)

El Sevilla arrancó una victoria de puro platino en San Mamés por muchas cosas: recuperó mentalmente a un grupo muy tocado por la eliminación de la Liga de Campeones y la plaga de lesiones, consolidó al equipo en esa preciadísima segunda plaza de la tabla y lo lleva a afrontar con mucha más confianza esa doble visita a Nervión, de Atlético de Madrid y Barcelona, antes del salto a 2022. Delaney fue la mejor noticia en el apartado de los nombres propios. Julen Lopetegui sabe que necesitará de las tablas del danés en la medular ahora que se acumula el cansancio y aprieta el calendario.

Delaney | Será vital para el equipo que se asiente de titular

El danés jugó su partido más completo como sevillista. Ya estuvo a punto de encauzarlo todo con su cabezazo que desvió Lekue a los ocho minutos y media hora después la puso con su zurda donde antes puso la mirada. Por manejo, orden táctico y su dominio en las fricciones, al Sevilla le vendrá de perlas su continuidad.

Bono | Una parada como las del día ante el Manchester United

Afortunadamente para el Sevilla, el internacional marroquí cuaja más partidos como el de ayer que como el del Santiago Bernabéu. Su paradón a Raúl García cuando el partido aún iba empate a cero es de los que ganan puntos. Y no fue una parada de balonmano, a salir a tapar y confiar, vio la intención del rematador y sacó el pie izquierdo.

Koundé | Menos mal que se rehízo tras el descanso

Su regalo a Iñaki Williams a los nueve minutos lo descentró de tal forma que ya no dio una a derechas en toda la primera mitad. Malas decisiones, pie encogido... un desastre que no tuvo consecuencias. Ya en la segunda parte se serenó e impuso su rapidez, fuerza y calidad en los cruces. Y no regaló un balón más.

Rafa Mir | No basta con ser alto y fuerte para ganar duelos

El murciano volvió a evidenciar que aún está algo rudo para menesteres de la exigencia de este Sevilla de Lopetegui, que necesita de un nueve que gane algunas en los duelos con los centrales para desahogar y dar continuidad al juego. Ser corpulento no es sinónimo de ser dominante en los choques y balones aéreos.

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